Taiwán quiere ser una potencia cuántica

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Aprovechando su gran fuerza en la industria informática, el país asiático no quiere quedarse atrás ante la inminente llegada de los ordenadores cuánticos, y pretende posicionarse como una potencia en esta nueva tecnología. Para ello, su gobierno acaba de anunciar que redoblará su apoyo a las empresas de semiconductores taiwanesas para que continúen liderando la industria de componentes electrónicos en la era cuántica.

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Los fabricantes de semiconductores de Taiwán se cuentan entre los lideres de la industria a nivel mundial, con empresas como TSMC, que están en lo más alto del ranking mundial de muchas categorías de chips para ordenadores y todo tipo de dispositivos electrónicos. Además, se encuentran a la vanguardia del desarrollo tecnológico de la industria, y han realizado grandes esfuerzos para desarrollar los procesos más avanzados.

Pero su posición aventajada se ve amenazada por la inminente llegada de los ordenadores cuánticos, que se basan en otras tecnologías que en el futuro sustituirán a las actuales. Por ello, los gobiernos de muchos países están apoyando en la medida de lo posible a su industria para posicionarse en el futuro mercado de tecnologías cuánticas, y Taiwán no es una excepción. 

Esta semana su Ministro de Ciencia y Tecnología, Tsung-Tsong Wu, ha asegurado que el gobierno continuará apoyando a la industria de semiconductores del país para que pueda continuar desarrollándose y alcance una posición de fuerza en el campo de la informática cuántica. Reconoce que sus empresas más avanzadas ya se han topado con lo que parece ser barrera definitiva para la ley de Moore, ya que no están pudiendo miniaturizar más  allá  de los 2-3 nanómetros, y no está  claro cuándo ni cómo se podría lograr.

Mientras tanto, la computación cuántica ya está dando los primeros pasos hacia los ordenadores comerciales, y ya parece claro que en un futuro no muy lejano surgirá todo un nuevo ecosistema de tecnologías diferentes a las que han permitido el avance de la informática convencional. Por ello, harán falta fabricantes capaces de producir y evolucionar en este nuevo paradigma tecnológico, y Taiwán no se puede permitir perder esta carrera. Sobre todo teniendo en cuenta que sus rivales ya están trabjando en este sentido.

Aunque las tecnologías de semiconductores actuales todavía van a ser la base de la informática personal y profesional durante mucho tiempo más, y también van a seguir presentes en las tecnologías de dispositivos móviles, IoT y otros muchos segmentos, ya está claro que en un futuro no muy lejano surgirá una industria paralela de tecnología cuántica. Por ello, para países tan vinculados a la industria tecnológica es fundamental ir preparando el terreno para que sus empresas puedan acometer la transformación que les permita abordar este futuro mercado.

Pero, como está ocurriendo en otros países, las empresas de Taiwán todavía no han querido invertir con fuerza en la investigación y desarrollo de tecnologías cuánticas. Y, como ha señalado Wu, el país no tiene intención de “poner todos los huevos en la misma cesta”, por lo que invertirá en implementaciones en diferentes sectores TIC, tanto en las tecnologías tradicionales como en innovaciones como la computación cuántica. Y esto supondrá apoyar tanto a empresas como TSMC, que sí ha realizado algunas pequeñas incursiones en el campo de las tecnologías cuánticas, como en las instituciones académicas del país, muy vinculadas al desarrollo tecnológico.