El líder de la industria americana de chips recurre a las fundiciones taiwanesas

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A lo largo de este año, el principal fabricante de procesadores del mundo, Intel, va a delegar gran parte de su producción en la fundición taiwanesa TSMC, especialmente para fabricar sus chips más avanzados. Este movimiento estratégico responde a las grandes dificultades que está teniendo la compañía para miniaturizar la arquitectura de sus procesadores, y necesita ayuda externa para lanzar nuevos productos que puedan competir en el mercado de servidores y ordenadores.

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EL fabricante estadounidense Intel ha anunciado que va a recurrir a la fundición Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) para poder lanzar al mercado sus futuros procesadores para ordenadores y servidores. Según se ha dado a conocer, subcontratará entre el 15% y el 20% de la producción de sus chips más modernos a las fundiciones TSMC y UMC. Concretamente, se espera que la empresa taiwanesa se haga cargo de la fabricación de sus nuevas CPU Core i3 en su nodo de fabricación de 5 nanómetros, una tecnología que actualmente está más allá de la capacidad de Intel.

Esto comenzará a partir del segundo semestre de 2021, y de cara al segundo semestre de 2022 se espera que TSMC también se haga cargo de la fabricación en masa de las nuevas CPU de gama media y alta de la marca, en este caso en el nodo de 3 nanómetros. Con el apoyo de este gran proveedor de chips, el fabricante norteamericano tratará de hacer frente a la creciente competencia que está teniendo por parte de sus rivales tradicionales, y también de nuevos jugadores que están tratando de posicionarse por delante en productos destinados a dispositivos móviles plataformas de supercomputación e inteligencia artificial.

Ejemplos de esta gran competencia están en ARM, AMD, Apple, HiSilicon, Qualcomm o Nvidia, entre otras firmas que están progresando rápidamente en diferentes segmentos de la computación personal, las infraestructuras TI empresariales o los dispositivos móviles. Muchas de estas marcas ya han lanzado sus propios chips para estos entornos, y se espera que en el futuro tratarán de restar más cuota de mercado al líder tradicional de la industria de semiconductores, especialmente en el campo de los procesadores.

En opinión de los expertos de TrendForce, organización especializada en la investigación de mercado de la industria electrónica y de semiconductores, la subcontratación que está llevando a cabo Intel se ha convertido en una estrategia de pura supervivencia. Con ello quiere aliviar la presión que viene sufriendo por el retraso en el desarrollo de los siguientes pasos de miniaturización de su arquitectura de chips. Delegando la fabricación de sus diseños a terceros podrá centrarse más en acelerar sus iniciativas de I+D e I+D+I, que tradicionalmente habían sido ejemplos para toda la industria tecnológica.