Los dispositivos y aplicaciones aumentan su influencia en la informática empresarial

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Con el avance de la transformación digital la informática basada en dispositivos y aplicaciones está cobrando importancia en el entorno empresarial, impulsando nuevas formas de operar en las organizaciones y de interactuar con los empleados y los usuarios y clientes. Según Forrester, esta tendencia continuará, impulsada por la llegada de los asistentes virtuales y otras tecnologías que proliferarán en el espacio de trabajo.

Durante la última década la informática ha cambiado mucho en el entorno empresarial, y en la actualidad las nuevas tecnologías digitales están introduciendo cambios aún más disruptivos, que están modificando radicalmente la forma de trabajar de las organizaciones en todos los sectores. Según afirman los expertos de Forrester en su último informe denominado “El futuro de la informática empresarial”, en 2007 sus analistas pronosticaron que el mercado de dispositivos se fragmentaría aún más, trascendiendo los límites de aquel entonces, marcados por las categorías de PC de sobremesa y portátiles.

Ahora se ha podido comprobar que estas previsiones se podrían considera conservadoras ya que, por ejemplo, actualmente el 49% de las personas adultas que acceden a Internet en Estados Unidos utilizan tanto una tableta como un smartphone. Y el ámbito de los dispositivos se ha ramificado mucho más allá, abarcando nuevas categorías como las gafas inteligentes, los chromebooks, las pizarras digitales y toda una nueva serie de categorías de dispositivos digitales conectados.

Estos nuevos aparatos no solo tienen utilidad para las personas a nivel personal, sino que han proliferado con bastante rapidez en el entorno empresarial, convirtiéndose en herramientas habituales en los espacios de trabajo. Según afirman desde Forrester, el sector de la informática empresarial está entendiendo cada vez más el importante papel que juegan los dispositivos en el funcionamiento de las organizaciones, en la experiencia del trabajador y en aspectos clave como la eficiencia. Y, con la transformación digital de las organizaciones y del propio espacio de trabajo, los nuevos dispositivos y tecnologías digitales están cobrando aún más relevancia, impulsados por la adopción de la nube como base para los servicios y aplicaciones de las empresas.

Un ejemplo de ello son los nuevos asistentes virtuales para los entornos de trabajo, como Amazon Alexa for Business, que están introduciendo nuevos niveles de inteligencia a la operativa en las empresas. Pero no se debe desdeñar que los dispositivos no solo pueden mejorar la experiencia de los empleados, sino que pueden degradarla, y, según indica la investigación de Forrester, lo que hace más felices a los empleados es contar con las herramientas que le faciliten el trabajo diario, de forma que su labor adquiera una cierta relevancia para la organización. Y se ha revelado que es cada vez más importante permitir a los empleados utilizar sus dispositivos preferidos para alcanzar sus objetivos.

Las conclusiones de este informe indican que las tecnologías digitales que más relevancia van a tener en los próximos años serán las que permitan desbloquear nuevas capacidades, como la inteligencia artificial, las interfaces conversacionales, los asistentes digitales y la automatización robótica de procesos. Todas ellas ofrecerán a los empleados nuevas formas de incrementar su productividad, librarse de las tareas más tediosas y, en definitiva, ser más efectivos en su trabajo.

Por ello, desde Forrester recomiendan a los CIOs que aprovechen las ventajas que aportarán los nuevos dispositivos y aplicaciones digitales en el entorno de trabajo, pero asegurándose de que se integran adecuadamente con sus empleados. Para ello es importante elegir bien qué dispositivos y servicios se deben implementar, y cómo se debe formar a los trabajadores para aprovechar bien sus posibilidades. Todo ello teniendo en consideración que, a medida que estos avances se vuelven más dependientes de la nube, se pueden encontrar nuevas formas de reducir los gastos de administración y de infraestructura TI, liberando capacidades para asignarlas a otros usos más importantes para el negocio.

Por último, el informe de Forrester dice que, además de la proliferación de dispositivos en el ámbito empresarial, la computación tenderá hacia plataformas más ligeras en la mayoría de tareas. Afirman que el 80% de las futuras experiencias informáticas se realizarán a través de modos de computación ligeros, como smartphones, pantallas y portátiles basados en navegador, entre otros dispositivos de uso personal. Mientras tanto, solo un 20% seguirá necesitando grandes recursos de cómputo, como procesamiento gráfico, IA y otras cargas de trabajo exigentes.