El morphing: una nueva fórmula para el ciberdelito

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El morphing es una técnica destinada a la falsificación de perfiles personales que, mediante Inteligencia Artificial (IA) y de una forma similar a los deepfakes, interpola dos imágenes para formar un espectro intermedio gracias a una serie de algoritmos que distorsionan la imagen píxel a píxel. Tras una serie de interacciones, la transición se completa y se obtiene la imagen definitiva, aparentemente original y no modificada.

Una nueva amenaza se cierne sobre el habitante de un futuro que ya es presente: el morphing, una técnica de manipulación de imágenes en el mundo digital que hace posible lograr una animación-transición controlada, entre dos imágenes distintas, para burlar los sistemas biométricos faciales de seguridad.

Esta forma de cibercrimen está llevando de cabeza a la seguridad de las fronteras. Así, aunque en España existen las llamadas 'fronteras inteligentes' desde el 2018, los procedimientos para saltarse sus mecanismos de seguridad ya son un hecho. Y es que, la tecnología que ha hecho posible nuevas formas de identificación (registro facial y dactilar, escaneo del pasaporte, bases de datos policiales…) para conocer quién accede a los países, ha dado pie, paradójicamente, al desarrollo de técnicas destinadas a la falsificación de perfiles personales. 

El morphing es una de éstas. Mediante Inteligencia Artificial (IA), y de una manera similar a los deepfakes, se interpolan dos imágenes para formar un espectro intermedio mediante una serie de algoritmos que distorsionan la imagen píxel a píxel. Esta práctica se realiza varias veces hasta que, tras una serie de interacciones, la transición se completa y se obtiene la imagen definitiva, aparentemente original y no modificada. Con la nueva imagen, los criminales pueden viajar libremente por fronteras y aduanas, además de liberar smartphones y entrar en páginas web que contengan datos confidenciales de sus víctimas.

Cómo protegerse
Diversas compañías de seguridad han recomendado denunciar rápidamente cualquier pérdida o extravío de un documento de identidad para evitar el morphing. También se insiste en que se proporcionen fotos actualizadas para cualquier documento nuevo, y que tanto empresas como gobiernos y controles fronterizos tomen buenas medidas para la comprobación de la identidad, como un análisis más exhaustivo del rostro en directo o un análisis más preciso de las geometrías faciales.

En este sentido, se recomienda igualmente implementar la autenticación de dos factores. Por un lado, la biometría facial y, por otro, un mensaje de confirmación enviado al teléfono móvil del usuario. 

Blockchain para nuevos formatos de protección
Para reforzar la seguridad e integridad de los ciudadanos se ha desarrollado un sistema que toma la fotografía original de un documento de identidad (DNI, pasaporte o cédula) y la convierte en un 'visual hash' mediante blockchain.

El código encriptado de 20 bytes integra una serie de algoritmos criptográficos que se incrustan en un código QR securizado para impedir las falsificaciones posteriores. Algo que es posible al tratarse de un proceso unidireccional, ya que el QR no puede emprender el camino inverso y convertirse en la fotografía original.