Las ventas de ordenadores portátiles caerán con fuerza en 2022

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Después una prolongada etapa de crecimiento el mercado de portátiles se ha enfriado definitivamente en 2022, y se espera que las ventas desciendan un 23% con respecto a 2021. El desequilibrio entre la oferta y la demanda se ha ido acentuando trimestre a trimestre y los expertos creen que no se recuperará la estabilidad hasta el segundo cuarto de 2023.

Durante los dos años de pandemia las ventas de ordenadores portátiles han aumentado de forma meteórica en casi todos los mercados, gracias a la necesidad de nuevos equipos para el teletrabajo y la enseñanza remota. Pero en 2022 esta tendencia se ha terminado y desde comienzos de año las ventas han ido descendiendo trimestre a trimestre. Según las últimas cifras publicadas por TrendForce, en el tercer trimestre de 2023 los envíos han disminuido un 7,2% con respecto al trimestre anterior, y un 32,3% frente al mismo período de 2021, quedando en 42,9 millones de unidades.

De cara al cuarto trimestre del año los investigadores han revisado a la baja sus previsiones, como consecuencia del aumento de la inflación y la inestabilidad geopolítica en el Este de Europa. Ahora pronostican que 2022 se cerrará con un descenso interanual del 23% en los envíos, que podrían quedar en 189 millones de unidades. Se trataría, por tanto, del escenario de contracción del mercado más pronunciado de los últimos diez años.

Los expertos creen que el mercado de portátiles podría ser de los primeros del sector tecnológico en recuperar el equilibrio entre la oferta y la demanda, una mejoría que actualmente se espera para mediados de 2023. Confían en que los envíos pasarán de los 14,44 millones del segundo trimestre de 2022 a unos 16,2 millones en el mismo período de 2023, pero esto podría no compensar la caída anual.

Sus estimaciones son que la demanda en el segmento de consumo se irá ajustando gracias al impulso previsto para la próxima temporada alta, en la que las nuevas plataformas de CPU jugarán un papel importante. Mientras tanto, el segmento comercial del mercado sufrirá por los recortes del gasto empresarial en TI y posibles reducciones de personal como consecuencia de la próxima crisis.

Aunque las previsiones macroeconómicas son bastante negativas y los investigadores de TrendForce afirman que todavía no hay señales claras de que el mercado de ordenadores portátiles logre recuperarse de la fuerte caída de 2022 durante el año que viene. Por el momento, se aventuran a pronosticar que las ventas podrían descender en torno a un 6,9% interanual en todo 2023, bajando de nuevo a unos 176 millones de unidades.