¿Será 5G rentable para las operadoras?

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El incremento de costes asociados a la evolución de las infraestructuras de red para satisfacer la demanda de los usuarios alrededor de 5G podría tener un efecto negativo en los beneficios de las operadoras, señalaba en una reciente publicación la consultora McKinsey.

Tradicionalmente, cada paso adelante de la tecnología abre nuevas oportunidades de negocio para las empresas de telecomunicaciones, pero si ya fue complicado para algunas obtener la rentabilidad esperada con el lanzamiento de 4G, incluso con regiones como Europa o Latinoamérica donde cayó, la llegada de 5G, además de abrir nuevas oportunidades de negocio en base a nuevos usos y al desarrollo de IoT, ha abierto el debate sobre el incremento de costes de la infraestructura que soportará el despliegue. Algunas estimaciones realizadas en Europa indican que el incremento de costes entre 2020 y 2025 podría ser del 60%, lo que duplicaría el TCO durante estos años. De hecho, en la imagen pueden verse las estimaciones del incremento del TCO en los diferentes escenarios analizados por McKinsey.

Este dato pone en duda algunas estrategias y los posibles beneficios futuros de estas compañías, lo que abre la puerta, tal y como señalaba la consultora McKinsey recientemente, a la compartición de redes como fórmula para desarrollar con garantías, tecnológicas y financieras, el despliegue de 5G.

Sin embargo, pese a las dudas por los costes, no dejan de aparecer nuevos e innovadores casos de uso que hacen más que nunca necesaria la adaptación de las infraestructuras de red, que debería ir, en opinión de la consultora, en una triple línea de desarrollo: mejorar la banda ancha móvil, IoT, y el soporte a las aplicaciones de misión crítica. Estas mejoras deberían aportar un rendimiento 10 veces superior a los niveles actuales, tanto en ancho de banda como de latencia o escalabilidad.

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De hecho, las inversiones deberían apuntar a todos los elementos de la red, incluyendo espectro, infraestructura RAN (Radio Access Network) y el propio núcleo.

Eso sí, como muchos de los elementos de 5G se sustentan sobre las bases de 4G, la consultora estima que los operadores pueden tomar un camino de evolución, mejorando estos elementos según vaya siendo posible, lo que relativizaría el efecto de los costes sobre las renovaciones. Con todo, cuando esta evolución no sea suficiente, las operadoras deberán construir nuevos macro sites o small cells, algo que variará en el tiempo dependiendo del área, pero que podría ser imprescindible en los cinco primeros años de la nueva década que se aproxima, y que significaría un destacado incremento de los costes.