Las fábricas inteligentes podrían aportar 1.500 millones de dólares a la economía mundial de aquí a 2023
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El sector industrial prevé invertir más que nunca en factorías inteligentes, pero antes deben resolver los problemas de su implantación.
Un nuevo estudio de la consultora Capgemini señala que las fábricas inteligentes (fábricas que hacen uso de diversas tecnologías y plataformas digitales) podrían aportar un valor añadido de entre 1.500 y 2.200 millones de dólares a la economía mundial debido al aumento de la productividad, la mejora de la calidad y el crecimiento de la cuota de mercado, además de la mejora de los servicios al cliente.
El informe, que lleva por título Smart Factories @ Scale, identifica dos retos principales que afrontan las empresas a la hora de conseguir la implantación de las plantas 4.0 a lo largo de toda la organización. Por un lado, la convergencia TI-TO (o sea, la integración de los sistemas de tecnología de la información (TI) usados en los procesos de negocio con los sistemas de tecnología de las operaciones (TO), que se utilizan para supervisar equipos, tareas y procesos industriales). Por otro, el conjunto de conocimientos y competencias requeridos para impulsar la transformación, incluyendo tanto capacidades interdepartamentales y competencias actitudinales (soft skills) como competencias digitales.
El informe también destaca la forma en que la disrupción tecnológica hacia una Industria Inteligente se concreta como una ocasión para los fabricantes que tratan de encontrar nuevas formas de crear valor para el negocio, optimizar sus operaciones e innovar para un futuro sostenible. Una oportunidad liderada por China, Alemania y Japón, seguidos de cerca por Corea del Sur, Estados Unidos y Francia.
Estas son las principales conclusiones del estudio, para el que se consultó a más de 1.000 directivos de grandes empresas industriales en 13 países:
1. Las organizaciones están mostrando un creciente interés y una mayor aptitud para la adopción de fábricas inteligentes: si se compara con las cifras de hace dos años, ha aumentado el número de organizaciones que están acometiendo la digitalización de sus plantas (del 43% al 68% en 2019) y un tercio de las fábricas se ha transformado ya en instalaciones inteligentes. Los planes actuales de los fabricantes pasan por tener un 40% más de fábricas inteligentes en los próximos cinco años y, en los próximos tres años, multiplicar por 1,7 sus inversiones anuales respeto a las de los últimos tres ejercicios.
2. El valor agregado que pueden sumar las fábricas inteligentes es mayor que nunca: el informe de Capgemini estima que las fábricas inteligentes podrían aportar entre 1.500 y 2.200 millones de dólares a la economía mundial en los próximos cinco años. En 2017, Los estudios de Capgemini señalaban que el 43% de las organizaciones tenía ya en marcha proyectos de fábricas inteligentes; dos años después, la cifra se sitúa en el 68%. A esto se le suma que la tecnología 5G se va a convertir en un instrumento clave de esta transformación, ya que dará a las empresas industriales la oportunidad de introducir y mejorar aplicaciones de tiempo real de gran fiabilidad.
3. La escalabilidad es el siguiente reto de la Industria 4.0: a pesar de estas perspectivas positivas, los fabricantes ponen de manifiesto que es difícil implantar y escalar las iniciativas y llegar a una situación de pleno éxito. De hecho, sólo el 14% considera que sus actuales iniciativas han sido exitosas, mientras que cerca del 60% señala que aún trabaja en conseguir una implantación a nivel general. Los dos principales retos para conseguir la implantación y escalabilidad de las iniciativas son la convergencia TI-TO, incluyendo el despliegue e integración de plataformas digitales, la disponibilidad de datos y la ciberseguridad, que resultan aspectos fundamentales para asegurar la continuidad digital y permitir la colaboración. Las arquitecturas multicapa agnósticas y seguras permitirán una convergencia progresiva.