Realidad mixta: el diálogo perfecto entre lo real y lo virtual
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Entornos como el industrial, el energético, el sanitario, el logístico o la arquitectura e ingeniería ya están transformando sus procesos de negocio gracias a las oportunidades de esta tecnología.
La realidad mixta se suele relacionar con el entretenimiento, pero su impacto en industrias como la construcción o la salud a través, por ejemplo, de la asistencia remota inmersiva, va a ser muy importante. Gracias a ella, las empresas acelerarán el proceso de capacitación de trabajadores, mejorarán y automatizarán las solicitudes de reparación, guiarán a los operarios a través de asistentes virtuales que les ayudarán a realizar su trabajo de una forma más efectiva, optimizarán la detección de anomalías a través de la visión artificial, y reducirán costes de desplazamiento de personal y acceso al soporte por parte de las personas con más conocimiento dentro de la empresa.
Para entender cómo se puede lograr todo esto hay que detenerse en la particular naturaleza de esta tecnología. Si la realidad virtual entrega una experiencia inmersiva alejada de lo físico y la realidad aumentada (la que tenemos en los móviles, por ejemplo) dialoga con lo material pero sin inmersión, la mixta es capaz de aunar los dos mundos, de modo que los elementos virtuales pueden ser manejados como una imagen-reflejo de su gemelo real. Esto nos permite, por ejemplo, cambiar la pieza de una máquina según miramos una pantalla, sin necesidad de hipotecar nuestra visión ni nuestras manos.
El cambio en el panorama laboral será, pues, enorme. Según Microsoft, que realizó una introducción de sus HoloLens 2 en Madrid, la solución impactará en, al menos, cuatro áreas:
1. Relación con los empleados.
2. Relación con los clientes.
3. Se agilizarán las operaciones y aumentará la eficacia de la empresa.
4. Mejorarán los productos finales entregados por las compañías.
Estos cuatro puntos están sustentados, a la vez, por otros dos objetivos fundamentales de la realidad mixta: ofrecer al cliente una experiencia totalmente interactiva y gestionar eficientemente el dato.
Así es. Para que todos estos procesos sean efectivos necesitamos trabajar la información del usuario, y nada mejor para ello que una tecnología capaz de generar una visión holística del dato que nos permite interactuar con él para sacarle el máximo partido. En este sentido, Microsoft no titubea al asegurar que "su acercamiento al dato es diferencial en el mercado". Al menos así lo sostiene David Hurtado, Innovation Lead de Microsoft, para quien "transformar las soluciones empresariales tradicionales se antoja vital". "No queremos hablar de CRM y ERP, sino que buscamos dar una solución total donde la visión del dato sea de 360º. Yo puedo capturar o gestionar la información a través de todas las áreas de la compañía, pero luego necesito que éstas dialoguen entre sí. Soluciones como Hololens nos ayudan a que este diálogo sea posible", asegura.
En cuanto al producto en sí, Hololens 2 destaca en primer lugar por su comodidad. Aunque esta nueva versión sólo pesa 50 gramos menos que su antecesora, tiene un diseño ergonómico que la aleja de la pesadez del modelo anterior, lo que nos permite llevarlo sobre nuestra cabeza durante ocho horas tranquilamente.
El dispositivo es autónomo, pues todo el software está en su interior, pero se potencia con los sistemas de IA de la nube (Azure en este caso), cuya capacidad computacional virtualmente ilimitada, combinada con dispositivos cada vez más perceptivos en el Edge Inteligente, le permite renderizar modelos 3D de hasta 500 millones de polígonos.
Toda una tecnología punta que se haya íntegramente en el frontal (la parte posterior está ocupada por la batería), donde nos encontramos con una lente con un campo de visión bastante más amplio que el de una pantalla normal, pues lleva incorporado un sistema de espejos que proyecta la imagen sobre el fondo del ojo. Encima de nuestra nariz se encuentran los sensores de profundidad (Time of Flight Depth Sensor), que, combinados con la comprensión semántica y la Inteligencia Artificial integrada, le permiten al dispositivo escanear el entorno, incluidas nuestras manos. El resultado nos permite manipular los hologramas directamente con los mismos gestos intuitivos que se utilizan para interactuar con los objetos físicos en el mundo real. Este sensor también tiene la misión de realizar una identificación biométrica del usuario (o sea, que las gafas saben siempre quién las está portando) y un seguimiento permanente a nuestro ojo, de modo que el dispositivo sabe hacia dónde estamos mirando.
En pleno cambio digital, la realidad mixta surge como un elemento fundamental para transformar muchos panoramas, tanto laborales como de ocio. Sus capacidades últimas aún se antojan inimaginables, pero ya podemos vislumbrar según y qué bondades inherentes a unos espacios colmados de imágenes virtuales en diálogo permanente con lo que nos rodea.