La inversión en sistemas de edificios inteligentes superará los 14.000 millones de euros en 2019

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Los edificios inteligentes aprovechan el IoT, Big Data y los sistemas inteligentes de gestión de edificios para mejorar el rendimiento del negocio y la eficiencia energética, pero también para mejorar la experiencia de sus ocupantes y atraer el talento.

La inversión en sistemas de construcciones inteligentes ha crecido considerablemente en los últimos años, pasando de un gasto global de 5.816 millones de euros en 2015 y una previsión para 2019 de 14.460 millones de euros. Las empresas están cada vez más concienciadas de los beneficios de este tipo de edificaciones, como la atracción de nuevos talentos y la mejora del rendimiento del negocio, entre otros.

Un edificio inteligente es sostenible y esclarecedor, puesto que proporciona información de valor sobre la infraestructura y permite actuar en base a dichos resultados, obteniendo mejoras en eficiencia energética. También es flexible, permitiendo acomodar modelos de trabajo más ágiles y dinámicos; y saludable, redundando en una mejora la experiencia de los usuarios y una mayor eficacia y productividad. Además, gracias al uso avanzado de datos y análisis, los edificios inteligentes son más colaborativos.

El informe “Smart Working: Los edificios inteligentes y el futuro del trabajo”, de Schneider Electric y Unwork, señala que las soluciones inteligentes de gestión de la energía implantadas en edificios permiten optimizar el rendimiento de los sistemas y los consumos, logrando así, alcanzar grandes cuotas de eficiencia energética. Además, la generación de energía on-site, junto con un software avanzado de análisis y los nuevos tipos de materiales de construcción inteligentes, permiten que algunos edificios sean incluso proveedores de energía para las redes nacionales.

Además, gracias a tecnologías emergentes como Internet de las Cosas (IoT), Big Data y el software inteligente, los edificios inteligentes pueden detectar de forma precoz los fallos y diagnosticarlos, mejorar la seguridad de ocupantes y usuarios del edificio o medir la salud organizacional de la empresa, entre muchos otros beneficios.

Además, el informe recoge los pasos que un promotor debe seguir para construir un edificio inteligente desde el mismo momento de la concepción del proyecto y se extienden desde la identificación de los expertos que ayudarán a hacer realidad la idea, hasta la elección de los partners que la implementarán. También es necesario el estudio de aspectos básicos como la oferta y la demanda de electricidad, el iBMS o los sistemas constructivos resilientes interconectados; la elección de las tecnologías y componentes que incluirá el proyecto o el tratamiento de los datos que se deberán recoger para lograr los objetivos.