La automatización requiere personal cualificado

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Cada vez más empresas recurren a la automatización para incrementar su productividad. Pero por sí solas, estas tecnologías no aceleran los procesos al nivel que se espera. Requieren de un personal cualificado en la materia, que sea capaz de sacar el máximo partido a estos sistemas, y las empresas deben formar a su personal si quieren alcanzar estos objetivos.

Según un estudio realizado por Capgemini, denominado “Upskilling your workforce for the age of the machine”, las tecnologías de automatización incrementan la productividad, pero en niveles muy inferiores a lo que esperan las empresas que están adoptando estos nuevos sistemas. Para elaborarlo han entrevistado a 800 directivos y 1.200 empleados de más de 400 grandes organizaciones, y han encontrado que en el 85% de estas empresas la automatización no está permitiendo alcanzar los objetivos de productividad que esperaban los directivos. Para alcanzar este incremento se necesita personal cualificado, capaz de trabajar con los automatismos para extraer todo su potencial y acelerar los procesos como esperan quienes apuestan por estas nuevas tecnologías.

De las respuestas de todos estos expertos se extrae que la principal clave para alcanzar estos objetivos es dotar a los empleados de la cualificación necesaria para desenvolverse en los entornos automatizados. Por ello, apuestan por planes de formación para mejorar las competencias de sus trabajadores en estas materias. Calculan que las empresas de 50.000 o más trabajadores podrían ahorrarse unos 90 millones de dólares más cada año mediante la adopción de estos planes de capacitación constante, con respecto a las empresas tecnológicamente maduras que no apuesten por la formación continua.

El estudio también analiza los motivos por los que las empresas se embarcan en la automatización. El principal es la mejora de la calidad, señalado por un 43% de los entrevistados, seguido de la mejora de productividad de la plantilla (37%). Aunque, para el 58% de los directivos y el 54% de los trabajadores, la automatización aún no ha aportado un incremento en la productividad de su organización. Donde más se acusa este problema es en Suecia, donde el 66% de los directivos no percibe esta mejora, seguido de Estados Unidos (64%) y China (61%). Y cabe destacar que la percepción de los empleados se acerca mucho a la de los gerentes y responsables técnicos, excepto en India, China y Francia.

Como puto positivo, y que marca una clara línea de acción para las organizaciones que quieran embarcarse en iniciativas de automatización, el estudio revela que las empresas que ya han adoptado programas de capacitación de su personal en estas materias son más optimistas. Concretamente, el 52% de los empleados y el 46% de los directivos consideran que estas tecnologías ya están mejorando su productividad. Mientras tanto, en las empresas que no han potenciado la formación de su personal sólo el 42% de los empleados y el 35% de los directivos perciben esta mejora.

Y los beneficios para la empresa no sólo se miden en la velocidad a la que operan, sino en que su personal se siente mejor considerado, es más positivo en su trabajo y percibe más posibilidades en su trayectoria profesional, lo que redunda en un mejor clima laboral. Esto establece una clara diferencia entre las empresas que ya están inmersas en los planes de formación y las que se encuentran en las fases iniciales, en materias como la progresión profesional (76% frente a 60%), motivación en el trabajo (48% frente a 33%) y el desempeño de nuevas responsabilidades (57% frente a 46%).

Ayúdanos a conocer cuáles son las tendencias tecnológicas que se impondrán en la empresa el próximo año y más allá, y cómo se está construyendo el futuro digital.

En este estudio se contemplan tres etapas para la implantación de programas de capacitación del personal, que permitan hacer frente a estas nuevas tecnologías. La primera fase es comenzar y completar el desarrollo de un plan formativo, y el 91% de los encuestados afirma haberlo hecho. La segunda fase es implantar la infraestructura y los acuerdos de colaboración necesarios para esta formación, y sólo un 65% de las organizaciones lo ha hecho. A continuación, está el lanzamiento de un proyecto piloto, que sólo ha acometido el 27% de los encuestados. Y la última etapa es implementar el programa de mejora de competencias, un punto al que solo ha llegado el 10% de los entrevistados.

Cabe destacar que la percepción de los empleados no es muy positiva acerca de esta mejora de la capacitación profesional. Concretamente, el 61% de los trabajadores piensa que estos programas no han sido especialmente útiles a la hora de adquirir nuevas competencias para ser más eficientes. Y un 54% de ellos opina que estos planes no les han proporcionado habilidades para una mayor empleabilidad. Por otra parte, un 62% dice que este proceso le ha ayudado a mantener su puesto de trabajo y evitar el despido, y un 54% afirma que le ha permitido prescindir de las actividades repetitivas.

Todos estos datos ponen de manifiesto que para sacar partido a la automatización es preciso contar con personal capacitado para trabajar en estos nuevos entornos laborales, y que la formación específica es vital para lograrlo. Pero también que se deben diseñar planes de capacitación adecuados para que los trabajadores adquieran las habilidades necesarias para sacar el máximo provecho de las tecnologías de automatización y mejorar la productividad.