El Banco Central Europeo desconfía de la criptodivisa de Facebook

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El gigante de las redes sociales se dispone a lanzar su criptomoneda, llamada Libra, que verá la luz a principios del año que viene para proporcionar una forma alternativa de hacer pagos. Este próximo lanzamiento está generando mucha polémica, y la opinión del BCE es que esta divisa podría afectar a la capacidad del banco para establecer y controlar la política monetaria en Europa.

Ante la próxima salida a la luz de la criptomoneda de Facebook, el Banco Central Europeo alerta de que Libra podría afectar seriamente a la economía europea, afectando a la capacidad del BCE para desarrollar una política monetaria, y minando la confianza de los ciudadanos en el propio dinero. Sus representantes han advertido sobre las promesas engañosas y traicioneras de esta futura moneda digital.

En una conferencia celebrada recientemente en Frankfurt, el miembro de la junta del BCE Yves Mersch dijo que “Dependiendo del nivel de aceptación de Libra y de la referencia del euro en su canasta de reserva, podría reducir el control del BCE sobre el euro, perjudicar el mecanismo de transmisión de la política monetaria, al afectar la posición de liquidez de los bancos de la zona del euro, y socavar la moneda única internacional”.

Destacó que, al igual que las monedas en papel, Libra está altamente centralizada. Pero, a diferencia de las divisas convencionales, no está respaldada por recursos reales y, en última instancia, solo responde a los accionistas de su compañía matriz. Esta estructura preocupa mucho a los bancos como el BCE, que consideran a los accionistas como figuras en las que no se puede depositar la confianza pública.

En palabras de Mersch, el lanzamiento de Libra “está programado para la primera mitad de 2020, por las mismas personas que tuvieron que explicarse frente a los legisladores en los Estados Unidos y la Unión Europea sobre las amenazas a nuestras democracias, resultantes de su manejo de datos personales en su plataforma de redes sociales”.

Debido a esta justificada desconfianza, el BCE ha hecho un llamamiento a las entidades reguladoras europeas para que refuercen su jurisdicción sobre esta criptomoneda, y a buscar la cooperación internacional para mitigar los riesgos que puede suponer para la economía, dentro y fuera de la Unión Europea. Según dijo Mersch, “Espero sinceramente que la gente de Europa no se vea tentada a dejar atrás la seguridad y solidez de las soluciones y canales de pago establecidos, en favor de las seductoras pero traicioneras promesas de la sirena de Facebook”.