'La tecnología Power over Ethernet está llamada a sustituir la instalación eléctrica convencional en múltiples entornos de redes e IoT', Anselmo Trejo, D-Link
- Opinión
Desde la introducción de Power Over Ethernet (PoE) con la aprobación del estándar IEEE 803.3ag en junio del 2003, esta tecnología ha pasado de ser una funcionalidad a tener en cuenta para flexibilizar las instalaciones de infraestructuras de redes, comunicaciones y videovigilancia, a posicionarse como un más que posible sucesor de la instalación eléctrica estándar en un futuro no demasiado lejano, teniendo en cuenta sus aplicaciones para la iluminación LED PoE, el control de edificios inteligentes, las aplicaciones en Smart Cities y la Industria 4.0, todas ellas tendencias claves en la evolución del IoT. Así, las principales consultoras coinciden al hablar de doble dígito de crecimiento para este 2019 y crecimiento exponencial para los próximos 5 años. Dell'Oro habla de que de aquí a 2021 se instalarán más de 500 millones de switches PoE y más de 280 millones de dispositivos como teléfonos IP, cámaras IP, iluminación PoE LED y, por supuesto, puntos de acceso WiFi.
Y es que permitir que la alimentación eléctrica se realice través del mismo cable de red de datos otorga a la tecnología PoE una ventaja tan abrumadora sobre el tradicional sistema de cable de datos más instalación eléctrica adicional que las aplicaciones de la tecnología PoE son una oportunidad de negocio casi por sí mismas. Como único aspecto menos positivo para la generación de demanda, como el incremento de coste que supone instalar switches con puertos PoE, queda más que compensado por el ahorro de costes de instalación y mantenimiento de redes eléctricas, así como el inherente descenso de incidencias de funcionamiento al obviar el sistema eléctrico, origen de muchos de los fallos en los dispositivos conectados.
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La clave de la expansión de la tecnología PoE está estrechamente relacionada con su asombrosa evolución tecnológica, propiciada en gran parte por la continua dinámica de fuertes incrementos de la demanda que hemos señalado anteriormente. Y es que la tecnología PoE ha pasado de una entrega de potencia de 15,4W por dispositivo del primer protocolo lanzado comercialmente en 2003 a los 90W del último estándar, IEEE 802.3bt, presentado en 2017. Por el camino hemos visto la llegada de los estándares PoE+ (30,4W) y PoE ++ (60W).
Aunque hoy en día hay múltiples aplicaciones para la tecnología PoE, podríamos señalar estos sectores como los de mayor crecimiento:
- WiFi Corporativo (puntos de acceso).
- Cámaras IP de Videovigilancia.
- Voz IP; teléfonos, altavoces...
- Sistemas de Videoconferencia.
- Iluminación LED Inteligente (PoE LED Lighnting).
- Edificios Inteligentes.
- MUPis, terminales punto de venta, cajeros, dispensadores.
- Ordenadores y portátiles.
- Smart Cities.
- Industria 4.0.
En cuanto a la infraestructura de red necesaria para soportar PoE, desde D-Link hemos apostado por esta tecnología desde sus comienzos. En switching, hablamos desde los modelos sin gestión para el extremo de red a los switches gestionables con stacking para el core. Y todo ello con densidades de puertos desde 5 a 48 puertos PoE en sus diferentes versiones PoE, desde los 15W de PoE a los 90W por puerto de PoE 802.3bt. Además, hay soluciones capaces de entregar hasta 370W con un solo equipo o hasta 740W si se apoya con una fuente de alimentación redundante, lo que abre un inmenso abanico de posibilidades para cualquier entorno de alta demanda de alimentación eléctrica por red LAN.
Del mismo modo, los inyectores PoE que permiten atacar dispositivos con electrónica de red sin PoE, y los extensores PoE, necesarios para superar la distancia máxima de 100 metros inherente a esta tecnología, también son una parte esencial y actualmente disponemos de extensores de dos puertos gigabit para un alcance máximo de 500 metros.
Respecto al WiFi corporativo y la videovigilancia IP, la apuesta es igualmente agresiva y el 90% de las soluciones en estos segmentos son PoE, hasta el punto de que la denominación PoE, que antes era una funcionalidad adicional, ha pasado a ser algo inherente a puntos de acceso y cámaras IP profesionales.
Sin duda, donde falta dar el mayor salto hacia la alimentación PoE es en el ámbito doméstico, donde casi toda la comunicación de datos se realiza vía WiFi, lo que es un hándicap importante para su despliegue. Aunque ya existen soluciones domóticas para el hogar digital compatibles con PoE, no hay routers domésticos con esta tecnología, por lo que la solución pasa por instalar switches PoE enfocados al segmento de consumo, que cada vez tienen más demanda debido a las crecientes necesidades de conectividad LAN en cualquier hogar, donde los cuatro puertos Ethernet de los routers estándar ya se quedan muy cortos.
Desde D-Link estamos convencidos de que el futuro de las infraestructuras de red cableadas estará ligado sin duda a la alimentación PoE, desde las múltiples aplicaciones de Internet of Things (IoT), a la gestión de Smart Buildings o Smart Cities, y consideramos que el éxito de la implantación de cualquier solución a cualquier nivel se basará en adelantarse al futuro, previendo con margen el Power Budget necesario para cada red y cada proyecto, no sólo para las necesidades actuales, sino para podernos adaptar de manera sencilla y flexible a esas necesidades que, como hemos visto, no paran de crecer con ordenadores alimentados por PoE, luces LED, automatización, o edificios inteligentes, entre otras posibilidades.