El valor global del robo de criptomonedas aumenta un 38%

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La mayor adopción de blockchain ha traído consigo nuevas acciones de fraude. Entre 2019 y 2020, el robo de criptomonedas creció un 38%, de 370,7 a 513 millones de dólares. Una subida que revela la importante innovación tecnológica surgida en la piratería informática en los últimos años.

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El año pasado, el sector de las criptomonedas registró una mayor adopción generalizada que trajo consigo acciones de piratería que resultaron en la pérdida de millones de dólares.

Según informa Trading Platforms, el valor de los ataques y los robos de criptomonedas entre 2019 y 2020 aumentó en un 38,38%, de 370,7 millones a 513 millones de dólares. Un mal dato que, no obstante, trae consigo razones para el optimismo, ya que las cifras han mejorado en los dos últimos años. Si 2018 obtuvo la cifra más elevada del pasado lustro (950 millones de dólares), 2019 acabó con un importe del fraude de criptomonedas y blockchain de 4,5 mil millones de dólares, y 2020, de 1,9 mil millones, lo que indica una clara madurez del sector de las criptomonedas y su capacidad mejorada para detectar actividades delictivas.

Los piratas informáticos pasan de los intercambios a los proyectos DeFi
La subida en el valor del robo de criptomonedas se produce incluso cuando el sector continúa creciendo a través de intercambios, billeteras y otros custodios de activos digitales que invierten en sus mecanismos de seguridad contra la piratería. Gran parte de ellos también ha establecido relaciones con las fuerzas del orden, lo que facilita el seguimiento de cualquier actividad fraudulenta casi al instante. Sin embargo, el aumento en el importe de la estafa de criptomonedas es un indicador de que los piratas informáticos también están innovando para superar las medidas de seguridad actuales.

La mayoría de los ciberdelincuentes desviaron en gran medida su atención de los intercambios y carteras aprovechando la explosión de las finanzas descentralizadas (DeFi). Los inversores llegaron en masa debido al inmenso potencial de la tecnología para revolucionar el sector. En particular, los protocolos DeFi no necesitan permiso, por lo tanto, no exigen un cumplimiento normativo y cualquiera puede acceder a su código. Esta naturaleza es la que atrajo a los piratas informáticos.

Además de un fácil acceso, las aplicaciones DeFi también son vulnerables a ataques externos. Como el éxito de los proyectos blockchain depende en gran medida de la componibilidad, cuantos más nodos estén vinculados, más valor pueden ofrecer. Es decir, que la capacidad de captar a más inversores abre la puerta a los criminales.

Factores que contribuyen al fraude de blockchain
Al mismo tiempo, la estafa de blockchain del año pasado hizo que los delincuentes se aprovecharan de la situación de Covid-19. Algunos de ellos simularon ser organizaciones legítimas y personas prominentes para obtener información y criptomonedas. De modo similar, ciertos pagos se disfrazaron para ayudar a las personas afectadas por la pandemia.

Se registró un caso de alto perfil el 15 de julio de 2020, cuando las cuentas de Twitter seleccionadas para personas importantes, como Elon Musk, se vieron comprometidas para promover un engaño de Bitcoin destinado a retribuir a la sociedad. Hasta la fecha, no se ha determinado el coste de la acción, pero se sabe que se debió a la falta de un rastro de papel, lo que les brinda a los criminales más oportunidades de malversar fondos. 

Por todo ello, los organismos reguladores decidieron tomar medidas para frenar el fraude relacionado con las criptomonedas, lo que explica la caída en el valor de este tipo de ciberdelincuencia el pasado año. Por ejemplo, los Estados Unidos ya exigen que las transacciones entre intercambios incluyan información personal sobre el remitente y el receptor de fondos, como si fueran transferencias bancarias internacionales. Curiosamente, la infraestructura de blockchain puede ayudar significativamente a mejorar el sistema de monitoreo existente, y así detectar, disuadir y documentar posibles fraudes.

En general, la mayoría de los proyectos de blockchain y criptomonedas aún se encuentran en su etapa experimental y especulativa. Esto significa que pueden existir algunas vulnerabilidades. Pero, a medida que el sector continúa madurando, las lagunas pueden sellarse frente a las acciones de piratas informáticos y estafadores.