¿Qué es el Metaverso de Mark Zuckerberg?

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El metaverso es un mundo virtual que expande nuestro universo físico desde la creación virtual. Para lograrlo, la tecnología ha de evolucionar hasta que los entornos digitales sean 100% inmersivos. META, el nuevo producto de Zuckerberg, busca ser la primera opción en este espacio paralelo, adelantándose a competidores de la talla de Microsoft, Nvidia o Sony.

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Corría el año 1992 cuando Neal Stephenson creó la palabra de marras. Treinta años más tarde, el metaverso amenaza con convertirse en una realidad. Pero, ¿qué es y por qué todas las grandes compañías tecnológicas están obsesionadas con él?

El metaverso promete ser un punto de inflexión, un antes y un después que transformará el mundo tal y como lo conocemos. O, más bien, que fusionará el mundo físico con otro menos tangible pero igual de certero.

Stephenson dejó escrita la palabra en Snow Crash, una novela de ciencia ficción —algunos la consideran ciberpunk o posciberpunk— que usaba el término para referenciar un espacio virtual tan trascendente como el físico donde Hiroaki, un repartidor de pizza, se convertía en un samurái digital.

Como en el libro, el metaverso será una especie de realidad paralela desarrollada en Internet que tendrá similitudes con las de un videojuego, aplicando la realidad virtual para que el resultado final sea lo más parecido a nuestro día a día, tanto en su estética como en el comportamiento de sus avatares, hasta el punto de que allí será posible trabajar, comprar, relacionarnos, ver películas, asistir a conciertos o tener encuentros.

Para que esto ocurra, es necesario que la tecnología avance hasta crear una experiencia totalmente inmersiva, cincelada desde los dispositivos de realidad virutal, de inteligencia artificial y de interoperabilidad. IA se usará para ampliar más los horizontes analíticos y metafísicos del entorno, mientras que la interoperabilidad, entendida como la convivencia ininterrumpida y sin fracciones de múltiples sistemas, softwares, máquinas, plataformas y servicios digitales, será prácticamente absoluta. Aparte, el intercambio de grandes cantidades de datos obligarán a data science y data analytics a ampliar sus márgenes. En este sentido, los sistemas de integración de datos, como los procesos ETL y el data warehouse, se posicionan como herramientas cruciales.

¿Por qué Mark Zuckerberg está tan interesado?

Desde Facebook se ha filtrado la idea de querer cambiarle el nombre a la red social para lavar su imagen, pero lo cierto es que hay otra intención: la de renovar por completo la compañía para que ésta sea la primera opción en el metaverso para los usuarios. Una opción sin tacha moral, adelantada a sus competidores, de libre acceso y compatible con otras plataformas existentes. 

Y es que, el metaverso se ha convertido en una carrera de fondo, pues no sólo Facebook, también Microsoft, Apple, Sony, Nvidia, Alibaba o Tencent han sido seducidas por el invento hasta el punto de que, según Bloomberg, este universo virtual constituye ya una oportunidad de negocio capaz de alcanzar los 800.000 millones de dólares en 2024. 

Matthew Ball, experto en finanzas dentro del mundo del entretenimiento, señala que, más allá del avance del hardware, la lucha recaerá en el modelo económico que vertebrará el metaverso. Y no son pocas las voces que apuntan a las criptomonedas y su naturaleza descentralizada como la mejor opción.

Prediciendo una revolución tecnológica comparable a la de la aparición de Internet, Ball aprovecha para avisar de que el metaverso absorberá gran parte del mercado de los medios de comunicación tradicionales —ya amenazados por el auge de las plataformas de streaming—, profetizando que si hoy gran parte de la población ya consume contenido audiovisual en Internet, mañana lo harán en el metaverso, o lo que es lo mismo, en un cosmos virtual.