Un tercio de los españoles ve bien que las empresas usen sus datos

  • Gestión del dato

La desconfianza de los consumidores sobre el uso que las empresas hacen de sus datos está aumentando a medida que toman conciencia de que generan ganancias económicas. Pero, frente a esta resistencia, cada vez más personas comienzan a aceptar este tipo de utilización si con ello pueden obtener beneficios, en forma de mejoras de servicio o productos más personalizados.

Con la introducción de las nuevas regulaciones de protección de datos personales, como la ley GDPR, los consumidores están planteándose con más seriedad que sus datos no son triviales, y han ido entendiendo que las empresas que los recopilan comercian con ellos y los usan en su beneficio en diversas formas. Es complicado saber a ciencia cierta qué hacen con ellos, pero queda claro que les proporcionan ventajas comerciales y que hacen negocios cediéndolos a terceras partes interesadas. Esto está generando una resistencia lógica en gran parte de la población, ya que ser motor de un negocio sin sacar nada a cambio no parece una estrategia muy inteligente.

Pero cada vez más empresas están entendiendo que esta no es la mejor forma de hacer las cosas, y apuestan por un modelo en el que los clientes de sus servicios también obtienen beneficios por la cesión de sus datos. Y esta actitud está generando una respuesta favorable por parte de los consumidores. Así lo señalan los datos del último informe internacional Global Advisor, elaborado conjuntamente por IPSOS y el Foro Económico Mundial, que han recopilado las respuestas de la población de 26 países.

Según dijo Vicente Castellanos, director de Public Affairs de IPSOS, “los ciudadanos han pasado de valorar la transparencia de las empresas a exigirla, y toman actualmente decisiones de compra y de consumo basadas en la percepción de la honestidad y la ética de las marcas”. Añadió que “aquellas marcas que informen a los ciudadanos sobre el uso que dan a estos datos saldrán beneficiadas, y ganarán credibilidad y confianza”.

Estas afirmaciones se ven respaldadas por los datos de este estudio, que muestran que un 31% de los españoles percibe positivamente que las empresas recopilen y utilicen sus datos personales si con ello obtienen un beneficio, ya sea en forma de mejoras de servicio o de productos mejor adaptados a sus necesidades. Y a un 30% le parece bien si con ello pueden encontrar productos, servicios o información relevante que sea de su interés. Pero el informe también revela que España es uno de los países de nuestro entorno donde hay más desconfianza sobre la utilización de datos personales por parte de empresas y organismos públicos.

Y los dos factores más determinantes para que crezca la confianza de los consumidores son la transparencia y el compromiso con las condiciones de uso pactadas. Concretamente, el 63% de los entrevistados afirma que estaría más dispuesto a compartir su información con las empresas que sean más claras explicando que hacen con los datos recopilados. Un 60% con las que garanticen no compartir ni comercializar esta información con terceras partes, y un 62% estaría dispuesto a compartir sus datos con organizaciones que no hayan sido víctimas de brechas de seguridad o que no hayan hecho un uso fraudulento de la información.

Además, un 61% señala que aceptarían mejor compartir sus datos si pudiesen percibir una compensación, ya sea en forma de premios o de descuentos. Por otro lado, un 47% daría su conformidad al uso de sus datos por parte de empresas y organismos públicos si antes de ello fuesen debidamente informados de los riesgos a los que se verían expuestos al dar acceso a esta información. Y un 36% lo aceptaría si el producto al que podrían acceder realmente satisface verdaderamente sus necesidades.

A nivel sectorial, el 51% de los españoles percibe que las empresas del sector sanitario son las que mejor uso hacen de sus datos. El siguiente puesto es para las compañías logísticas y de mensajería (33%), seguido de las autoridades locales (29%). Por otra parte, solo el 24% de los consumidores confía en el uso que hacen de sus datos las empresas de servicios financieros, datos que son muy superiores en países como Reino Unido (47%), Alemania (38%) o Francia (33%).

Cabe destacar que los españoles dan mucha importancia a su derecho a rechazar el uso de sus datos, algo fundamental para el 67% de los encuestados, que reclaman que las personas puedan gozar de una mayor capacidad de decisión en este sentido. Y, como posición más radical en contra del negocio que se hace con los datos, el 58% de los españoles afirma que las empresas deberían pagar a los consumidores por utilizar su información personal, situando a nuestro país en la segunda posición, por detrás de Italia. Estos datos reflejan que las organizaciones que quieran aprovechar el poder que les brinda la información de los consumidores y usuarios de sus servicios deberían adoptar una actitud de mayor transparencia, compromiso y justicia con las personas, de forma que ambas partes puedan beneficiarse.