Principios que deben regir la identidad digital

  • Gestión del dato

En esta era tecnológica la identidad de las personas se ha trasladado también el ecosistema digital, a través de los perfiles personales y los sistemas de pago a distancia. Esta identidad digital contiene información confidencial de las personas y, según un informe elaborado por Mastercard, debe regirse por diez principios fundamentales.

En la era digital la identificación de las personas es un factor clave que permite a los consumidores y usuarios disfrutar de los servicios digitales, interactuar con los ecosistemas tecnológicos y realizar compras tanto en establecimiento físicos como a través de las tiendas online. Para ello se ha desarrollado la identidad digital, un concepto que proporciona a cada persona la capacidad de aportar un medio de identificación seguro, fiable e intransferible.

Pero este medio plantea una serie de problemas, como la seguridad de la información personal y la capacidad de usarse en los diferentes ecosistemas digitales. Para enfocar los esfuerzos en la dirección correcta, la empresa Mastercard ha elaborado un informe en el que se señalan los diez principios básicos que deberían regir la creación y el uso de la identidad digital, que sitúa a las personas en el centro de todo, manteniendo la propiedad y el control sobre sus datos personales.

Estos diez principios son la inclusión, la propiedad, la simplicidad, la confidencialidad, el consentimiento, la transparencia, la seguridad e integridad de la información, los derechos de los datos, el uso justo y el poder de decisión. Estos diez aspectos básicos definen la visión de la compañía acerca de cómo se debe diseñar y utilizar la identidad digital de las personas, devolviéndoles el derecho sobre la propiedad de su información personal y otorgándoles la capacidad de modificarla o eliminarla como derechos fundamentales.

Además, el informe señala que las personas deben poder mantener su información en privado, exigiendo su permiso expreso para ser utilizada en casos no contemplados por la legislación. Y que el uso de la identidad digital debe ser sencillo y aportar información completa sobre cómo se usan y comparten los datos personales. Asimismo, se debe garantizar el máximo nivel de protección e integridad de esta información, y las personas deben poder decidir quién será su proveedor de identidad digital, y cambiarlo cuando deseen.

Sobre el uso de los datos contenidos en la identidad digital, la empresa afirma que se debe garantizar sin ninguna duda que se utilizará con fines legítimos, justos y no discriminatorios. Todo ello conduce a tres líneas de acción que, según Mastercard, señalan el camino a seguir para proporcionar los futuros servicios de identidad digital. Lo principal es que estos servicios deben ser fáiles de usar, permitiendo una interacción sencilla y fiable tanto para los usuarios como para terceros. Además, deben ser inteligentes, de manera que se limite el volumen de datos que se intercambian al usarlos, y en ellos se debe garantizar que los propietarios tengan el control sobre la identidad y el uso que se hace de ella.