La vigilancia de vídeo empresarial generará un valor de 12.000 millones en 2023

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La vigilancia de vídeo empresarial generará un valor de 12.000 millones en 2023

El entorno empresarial está apostando cada vez más por los sistemas de videovigilancia, que están evolucionando con nuevas capacidades y mejor calidad de imagen. Por ello, los expertos prevén que las conexiones de cámaras de vídeo de uso empresarial crecerán hasta los 348 millones en 2023, generando unos ingresos por servicios de valor agregado de 12.000 millones de dólares.

Las tecnologías de videovigilancia están transformándose desde los clásicos Circuitos Cerrados de Televisión (CCTV) a los nuevos sistemas basados en cámaras IP, que se pueden visualizar y administrar desde la red de datos, y a los que se pueden aplicar numerosas tecnologías, por ejemplo, el análisis de imágenes a tiempo real o el reconocimiento de rostros. Además, la resolución y la cadencia de imágenes está aumentando en este tipo de cámaras, permitiendo la captura de alta velocidad en áreas de especial importancia. Pero las ventajas de las cámaras IP no acaba ahí, sino que este sistema digital y conectado permite guardar las imágenes en plataformas de almacenamiento datos específicas.

Muchas de estas ventajas existen desde que se crearon las primeras cámaras IP pero con los avances en análisis de imágenes y en el almacenamiento y las redes de alta velocidad, las organizaciones actuales cuentan con muchas más herramientas para mejorar sus sistemas de vigilancia y seguridad. Esto lleva tiempo impulsando sectores relacionados, como el de dispositivos de almacenamiento para vídeo, las cámaras IP para videovigilancia y el software de análisis de imágenes, entre otros, y continuará haciéndolo en los próximos cinco años. Así lo refleja el último informe de la firma de investigación ABI Research, titulado “Connected Enterprise Video Surveillance Solutions”.

Este estudio indica que las conexiones de cámaras de vídeo destinadas a la vigilancia crecerán hasta 2023, cuando superarán los 348 millones, lo que generará unos ingresos por servicios de valor agregado de 12.000 millones de dólares. En este crecimiento la influencia del concepto IoT es innegable, así como los servicios proporcionados por las empresas que proporcionan Vigilancia de Video como Servicio (VSaaS). En palabras de Ryan Harbison, analista de investigación de AVI Research, “El éxito dentro de IoT depende en gran medida de la capacidad de los proveedores para crear soluciones altamente especializadas y de valor agregado basadas en casos de uso claramente definidos, respaldados por la demanda del mercado. Más que en la mayoría de las otras industrias, los proveedores de videovigilancia entienden el valor que esta transformación digital puede tener en la experiencia del usuario final y se han centrado principalmente en la creación de soluciones de vigilancia de extremo a extremo que incluyen todo, desde componentes de dispositivos hasta servicios analíticos y profesionales, incluidos creación de modelos de negocio de vigilancia de video como servicio (VSaaS)”.

Los proveedores de servicios de seguridad y vigilancia están encontrando nuevas oportunidades de diferenciarse de la competencia, integrando diferentes tecnologías en un sistema de seguridad integrado, que engloba tanto la videovigilancia como el control de accesos, las alarmas de intrusión y otros sistemas como la infraestructura subyacente. Esta nueva forma de entender los servicios de seguridad está dando fuerza a las empresas que apuestan por la digitalización y la integración. Según ABI Research, los servicios profesionales de videovigilancia generarán unos ingresos globales de 10.000 millones en 2023. En este mercado, la competencia entre las grandes empresas americanas y las compañías emergentes chinas está creciendo, pero los expertos prevén que el conflicto comercial entre ambas potencias tendrá bastante influencia en los próximos años. Sobre todo, porque gran parte de los grandes clientes de este sector se encuentran en los Estados Unidos, y el país ha vetado la entrada de equipos fabricados en China, por lo que los analistas creen que las firmas americanas ganarán peso en el sector.

A este respecto, según Harbison: “Si bien la industria de videovigilancia está centrando su atención en los fabricantes de cámaras chinos, los proveedores deben darse cuenta de que, en su mayor parte, China compra China. En el corto plazo, los proveedores deben centrarse en el mercado de los Estados Unidos, no solo reemplazando el equipo OEM chino, sino también identificando y vendiendo servicios de soluciones. Al centrarse en las soluciones correctas, con los servicios de valor agregado adecuados para los mercados correctos, los proveedores de soluciones de videovigilancia pueden maximizar la oportunidad en este mercado competitivo”.