España se postula para liderar la supercomputación en Europa

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La Unión europea ha puesto en marcha una iniciativa para cofinanciar el desarrollo de la computación de alto rendimiento en el continente, con el fin de situarse a la vanguardia mundial en este campo. Para ello están buscando dónde se ubicará un nuevo superordenador, y los responsables del Centro de Supercomputación de Barcelona ya han presentado su candidatura, que le llevará a competir con sus homólogos en Italia y Finlandia.

Los gobiernos tienen un interés creciente en la computación de alto rendimiento (HPC), que permite procesar grandes cantidades de información y trabajar con los algoritmos más complejos, lo que permite acelerar la investigación en diferentes campos de la ciencia. En este sentido, la Unión Europea ha alcanzado un acuerdo entre los 26 países miembros para cofinanciar el desarrollo de tecnologías HPC, apoyando en la creación de un nuevo superordenador que entraría en funcionamiento a principios de 2021.

Esta es una gran oportunidad para los países de la Unión, que podrán contar con una de las infraestructuras HPC más avanzadas del momento. Ya ha comenzado la competición entre los posibles candidatos, a través de la convocatoria lanzada por la EuroHPC-Joint Undertaking, cuyo plazo límite para la presentación de candidaturas finaliza el 4 de abril. La decisión final se publicará el próximo 7 de junio, y España ya se ha posicionado como uno de los países con capacidad para ganar esta concesión, gracias a la capacidad del Centro de Supercomputación de Barcelona (BSC), que ya ha presentado su candidatura.

Este Centro alberga el superordenador Mare Nostrum IV, lo que le proporciona una experiencia y capacidad que cumplen con los requisitos planteados por este proyecto de la UE. También cuenta con el apoyo de Portugal, quien podría beneficiarse de tener una máquina de estas características tan cerca de su geografía, y por ahora el BSC identifica dos competidores principales, que son Italia, a través del Cineca, y Finlandia, que cuenta con el Centro CSC.

Los requisitos planteados en la convocatoria de la UE son que los superordenadores tengan capacidad para ejecutar al menos 150 petaflops por segundo de forma sostenida, y un total de 11.100 billones de operaciones por segundo para ámbitos como la ingeniería, la biomedicina, la astrofísica y la física de materiales, entre otros campos. Y es fundamental que los candidatos tengan experiencia previa en la operación de infraestructuras HPC, y que proporcionen un determinado nivel de calidad de servicio a sus usuarios.

La propuesta del Centro de Supercomputación de Barcelona ya cuenta con el apoyo de la Generalitat de Catalunya, el Gobierno de España, el de Portugal y de la Universidad Politécnica de Catalunya. Sumando sus recursos a los de la UE lograrían costear los 200 millones de euros que se requieren para la compra, instalación y mantenimiento de los equipos. Según se ha conocido, la Comisión Europea aportaría el 50% del total, y la otra mitad estaría repartida entre el Gobierno de España (60%), la Generalitat (30%) y el 10% que falta correría a cargo de la UPC.