Inteligencia artificial para reforzar la seguridad pública

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En un mundo en el que la tecnología está permeando a todos los niveles de la sociedad, los sistemas de seguridad pública deben avanzar para proporcionar un mayor nivel de protección a los ciudadanos. Aquí entra en juego la inteligencia artificial, que se puede combinar con los sistemas de vigilancia y monitorización, creando un nuevo ecosistema de protección proactiva.

El cine y la literatura de ciencia ficción han proporcionado numerosos ejemplos de cómo la inteligencia artificial puede jugar un papel clave en el ámbito de la seguridad pública, con avances que parecen imposibles de lograr a día de hoy. Pero actualmente la IA ha alcanzado un nivel de desarrollo suficiente para dar sus primeros pasos en este campo, especialmente para el análisis automatizado de imágenes y para la interpretación de datos de diversa naturaleza, a velocidades superiores a las que puede alcanzar el personal humano.

Según las últimas investigaciones realizadas por Accenture, la integración de la inteligencia artificial y la analítica en la nueva generación de sistemas de vigilancia de circuito cerrado (CCTV) dedicados a la seguridad pública puede revolucionar completamente el sector, cambiando las estrategias de seguridad de los actuales modelos reactivos a proactivos. Esto significa incrementar la prevención frente a amenazas, combinando tecnologías como la visión por ordenador y la analítica de imágenes y datos impulsada por IA.

Alcanzar este objetivo es de especial interés para muchos gobiernos, dado el actual panorama de amenazas de terrorismo y delincuencia, ya que permitirían mejorar la vigilancia en infraestructuras críticas, tanto industriales como de suministro básico o transporte, y también reducir el índice de delitos en general. Pero para implementar un sistema de seguridad pública impulsado por inteligencia artificial es necesario realizar una fuerte en infraestructura, software y sistemas de vigilancia y monitorización de última tecnología. Además, otro gran reto al que se enfrentan los gobiernos es diseñar un sistema que respete el el derecho de los ciudadanos a la privacidad.

Pero, según las estimaciones de Accenture, implementar este tipo de tecnología permitiría reducir los delitos en Estados Unidos en unos 81,7 millones para 2040, protegiendo a unas 76.000 posibles víctimas de disparos en masa para ese año. Esta es la visión que se está propagando entre las autoridades de países y regiones donde la delincuencia es un problema grave, que perciben cada vez mejor el gran potencial de la inteligencia artificial para mejorar la seguridad nacional.

Mediante diferentes tecnologías de vigilancia y monitorización los sistemas automatizados podrían identificar indicadores de que se está fraguando o perpetrando un delito, que normalmente pasarían inadvertidos a las fuerzas de seguridad. Aprovechando estas capacidades se puede crear un sistema de alerta temprana que ayude a la policía, de forma que se podrían detener gran cantidad de crímenes en tiempo real, antes de que se produzcan consecuencias más graves.

Según indican los expertos de Accenture, actualmente la mayoría de las imágenes de las cámaras de seguridad solo se usan con fines probatorios o de investigación forense, y señalan que solo el 2% de las imágenes de vídeo grabadas por sistemas CCTV se visualiza en algún momento o son menos aun las que se analizan en tiempo real. Esto significa que el 98% de todas las imágenes grabadas son datos desaprovechados, algo que la IA puede utilizar para identificar patrones de comportamiento y potenciales riesgos de seguridad. Por ahora las implementaciones de este tipo son escasas, pero los expertos prevén que el crecimiento del mercado de IA para estos fines será notable en las próximas décadas.