Estados Unidos reacciona ante los nuevos riesgos de ciberseguridad en los aviones

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El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha entrado en alerta ante los nuevos riesgos que se han visto en la industria de fabricación de aeronaves. El temor a que los aviones puedan ser hackeados para provocar ataques ha llevado a las autoridades a revivir un programa de identificación de vulnerabilidades cibernéticas en esta industria, que podría tener consecuencias para los fabricantes menos preparados para la era digital.

Los últimos incidentes sufridos por el fabricante europeo Airbus, que se vio afectado por ataques a numerosos sistemas de sus aviones más modernos, a través de las redes informáticas de sus proveedores, ha hecho saltar todas las alertas en Estados Unidos. Ante el riesgo de que los aviones puedan ser hackeados y utilizados para cometer ataques terroristas, entre otros problemas, el Departamento de Seguridad Nacional ha decidido reactivar un programa de investigación de la ciberseguridad en las aeronaves comerciales.

Los ataques sufridos por Airbus tenían como principal objetivo revelar secretos comerciales, y hay voces que apuntan a vinculaciones con China. Pero este no ha sido el único incidente, sino que se han producido ataques similares a otros fabricantes líderes de la industria aeronáutica, que incluso han llegado a paralizar la fabricación temporalmente en varios países. Esto ha bastado para movilizar a las autoridades estadounidenses, que ven cada vez más riesgos de ciberseguridad, que podrían afectar a la seguridad nacional.

Por ello, el gobierno de EEUU ha revivido el programa DHS, dedicado a la identificación de riesgos de ciberseguridad en la aviación y a mejorar la resiliencia cibernética del país. Este estará dirigido por el Departamento de Seguridad Nacional e involucrará al Pentágono y el departamento de Transporte. Este programa no solo pondrá el foco en la industria de fabricación de aviones, sino en los propios aeropuertos y los demás operadores que intervienen en el transporte aéreo de personas y mercancías.

Esto se fundamenta en los diferentes ataques cibernéticos que se han registrado en aeropuertos, aerolíneas y otras empresas vinculadas al sector en diferentes partes del globo, desde Asia a Europa, y que se han revelado más serios de lo que se pensaba inicialmente. Dado e peso de Estados Unidos en la industria aeronáutica y en el transporte aéreo global, cabe esperar que este programa tenga efectos en todo el mundo, impactando en todos los integrantes de este complejo sector, desde la fabricación de aviones y tecnologías de a bordo a todos los servicios vinculados al transporte aéreo.