El 24% de los españoles no tiene competencias digitales

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En España, sólo un 50,4% de la población domina el procesador de textos, las hojas de cálculo y la edición de vídeo. Las competencias digitales son bajas o nulas entre personas de más de 65 años. Las tres claves fundamentales en la digitalización del individuo son el nivel de estudios, la edad y la situación laboral.

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Un 23,9% de los españoles no tiene competencias digitales, o éstas son muy básicas, según el estudio del Observatorio de competencias digitales y ocupabilidad, un proyecto de IMANcorp FOUNDATION y el Grup de Recerca en Educació i Treball del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona.

El texto afirma que alrededor de un 42% de la población tiene un nivel alto en estas competencias, mientras que uno de cada tres (34,5%) presenta una cota intermedia. Asimismo, sorprende constatar que alrededor de uno de cada cuatro (23,9%) afirma no tener ninguna competencia, y el 13%, un bajo nivel.

“El objetivo del análisis, que realizaremos de manera anual, es estudiar la relación entre competencias digitales y empleabilidad. Algo que ya era necesario antes y que, debido a la acelerada digitalización causada por la pandemia de COVID-19 es más necesario todavía en la actualidad”, explica Alba Escolà, Gerente de IMANcorp FOUNDATION, que añade: “Tenemos que saber cómo de preparados están los españoles para esa digitalización, y para eso es fundamental conocer sus competencias digitales y cómo se relacionan estas con el empleo. Para esto creamos el Observatorio”.

El estudio destaca cómo la mayoría de la población tiene unos conocimientos avanzados en tareas básicas, tales como copiar o mover archivos o ficheros, almacenaje de ficheros en Internet u obtener información de webs de Administraciones Públicas. Igualmente, 2 de cada 3 tienen competencias avanzadas relacionadas con habilidades de comunicación (enviar o recibir emails, redes sociales, llamar o hacer video llamadas...) y habilidades de resolución de problemas (transferir archivos entre dispositivos, instalar programas y apps, comprar y vender por internet...). Sin embargo, en cuanto a las competencias informáticas, el porcentaje de nivel avanzado disminuye sustancialmente: sólo la mitad de los encuestados (50,4%) son avezados en el uso de un procesador de textos u hoja de cálculo; el uso de programas para editar audio, foto o vídeo; la creación de presentaciones o documentos integrando texto, imágenes, tablas o gráficos; y la escritura de códigos en algún lenguaje de programación.

Otro apunte interesante es que no se han percibido diferencias significativas en las competencias en función del sexo, el lugar de nacimiento o el municipio de residencia.

Edad, nivel de estudios e ingresos, las principales variables
En cambio, el texto sí que recoge diferencias notables según la edad, el nivel de estudios y los ingresos en el hogar. En concreto, se observa que, a medida que incrementa la edad, aumenta el porcentaje de personas con competencias digitales bajas o nulas, siendo el número especialmente elevado en aquellas de más de 65 años.

También se observa una fuerte polarización según el nivel de estudios conseguido: las personas con una formación buena tienen porcentajes más elevados que aquellas con un nivel básico, que presentan unos marcados niveles de competencias digitales bajas o inexistentes. 

Los ingresos en el hogar suponen la última diferencia significativa, pues en las casas donde hay más dinero, la proporción de individuos con competencias intermedias o altas es mayor.

Competencias digitales y empleo
Por último, el informe señala cómo aquellos individuos con un nivel digital avanzado suelen ocupar los puestos más exigentes. Es decir, los trabajos de director y gerente, profesional científico e intelectual, y técnico y profesional de nivel medio, suelen estar copados por las personas con más competencias digitales, con independencia de su nivel de estudios.

Esto contrasta con las repuestas de los encuestados, quienes creen que las competencias personales y sociales son los factores más importanes a la hora de encontrar empleo. Para ellos, la formación o el dominio de la informática y de las tecnologías, así como la comunicación, son los factores menos valorados tras los conocimientos de idiomas. 

Según el Dr. Rafael Merino, director del estudio: “La reciente situación en relación con la pandemia de la COVID-19 y los impactos que pueda tener en el mercado laboral no ha hecho más que dar una mayor centralidad a la importancia de las competencias digitales y a su relación como factor de contratación en un contexto de incertidumbre económica. Uno de los retos desde una perspectiva sociológica es explorar si estos cambios tendrán un efecto desigual entre los distintos miembros de la sociedad o si, efectivamente, el nivel de competencias digitales puede llegar a ser un factor determinante para acceder al mercado laboral.”