La falta de recursos dificulta la aplicación de GDPR en la mayor parte de Europa

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Europa ha dado un paso al frente con la implantación del reglamento GDPR, aplicando una normativa restrictiva para proteger la privacidad de sus ciudadanos, pero los países no están respondiendo adecuadamente. Según los expertos, muchos no están dedicando los recursos necesarios siquiera para atender las reclamaciones, lo que está minando la aplicación de la ley.

Aunque el Reglamento General de Protección de Datos establece el margo principal de protección de la privacidad dentro de la Unión europea, las autoridades de cada país son las responsables de velar por el cumplimiento de la ley. Pero, según afirman ciertas voces dentro de la industria tecnológica de la región, la mayoría de países no están destinando los recursos necesarios para hacer cumplir esta normativa, lo que pone en riesgo el éxito de la GDPR.

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Esto supone una infracción del mandato europeo, pero las autoridades nacionales siguen ofreciendo excusas y no parecen estar muy comprometidas con la protección de datos. Esta situación es grave ya que, dos años después de la entrada en vigor de esta ley las promesas no se están cumpliendo, y los ciudadanos de la Unión no están lo suficientemente protegidos.

Esto se constata fácilmente viendo cómo los sistemas de configuración de cookies de muchísimas páginas web siguen siendo contrarios a lo que marca la ley, a pesar de la reclamación de diferentes organizaciones. El problema es que casi ningún país ha destinado los suficientes recursos personales y financieros a las oficinas de protección de datos, por lo que se sienten incapaces de encargarse de un volumen de reclamaciones en aumento.

Según algunas reclamaciones, la mitad de los reguladores de protección de datos europeos solo cuentan con cinco expertos técnicos, lo que resulta a todas luces insuficiente, y los de 14 países europeos tiene presupuestos de menos de 5 millones de euros, escaso para las necesidades de estas oficinas. El país más comprometido con la ley parece ser Alemania, donde las administraciones de protección de datos cuentan con 101 especialistas técnicos, un 13% de la plantilla total. Otros países destacados son España, Francia y Reino Unido, aunque este último también se encuentra bastante por detrás del resto, con solo un 3% de expertos técnicos en sus filas.

En el resto de países de la Unión las cifras son mucho más bajas, lo que resulta en una pobre aplicación de la ley de protección de datos. Teniendo en cuenta que las reclamaciones sobre la violación de la ley requieren la atención de los expertos y un trabajo arduo para enfrentarse a las violaciones de empresas tan grandes y protegidas como Google o Facebook, los expertos afirman que hace falta más compromiso por parte de los países, especialmente en aquellos donde la presencia de las grandes empresas tecnológicas es mayor, como es el caso de Irlanda.