¿Están preparadas las redes WiFi para las Smart Cities?

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La evolución hacia las Smart Cities se erige como una buena opción para, a través de la tecnología y los datos, gestionar estos enormes núcleos urbanos de una forma más inteligente y eficiente y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Y, a tenor de las previsiones, 2018 será un año clave para su desarrollo, ya que según IDC, la inversión global en tecnología para impulsar las Smart Cities durante este año alcanzará los 80.000 millones de dólares.

Según Fontech la conectividad será clave para el éxito de las Smart Cities. “Hasta ahora uno de los retos que se planteaban era la existencia de una conectividad ubicua que sea accesible y fiable. Los beneficios de los Smart Cities solo se conseguirán si hay conectividad continua para que los dispositivos puedan comunicarse entre ellos y que los ayuntamientos tengan visibilidad sobre el rendimiento de todos los sistemas de forma ininterrumpida”, destaca la firma.

En el contexto de las Smart Cities, la tecnología WiFi se presenta como un habilitador natural debido a la gran adopción de sus estándares, que permite que un amplio rango de dispositivos sean capaces de conectarse y comunicarse entre ellos, y a sus costes de despliegue relativamente bajos. El WiFi dispone de muchas ventajas frente a otras tecnologías porque ha evolucionado para adaptarse a muchas aplicaciones diferentes. Por ejemplo, se han desarrollado estándares (802.11ah) que operan por debajo de 1GHz que tienen un mayor alcance y resultan muy adecuadas para aplicaciones como sensores.

Sin embargo, para poder aprovechar todo el potencial de las Smart Cities y hacer frente a la gran demanda de datos derivada de su despliegue, serán necesarias redes WiFi robustas capaces de ofrecer una calidad de conexión adaptada a cada una de las aplicaciones.