El gobierno y la industria de Suecia impulsan la industria de vehículos autónomos

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Las autoridades suecas se han asociado con las instituciones de investigación y las empresas del sector privado, en un proyecto que persigue la creación de normas estandarizadas para las pruebas de conducción de vehículos autónomos. Con ello pretenden situar al país a la cabeza del desarrollo de esta tecnología, que generará un mercado de 7.000 millones para 2050.

Este proyecto está respaldado por los Institutos de Investigación de Suecia (RISE), la Universidad Tecnológica de Chalmers y la compañía AstaZero, quienes aprovecharán las instalaciones de esta empresa en Borås, al oeste de Suecia, para probar las nuevas tecnologías 5G destinadas a la conducción de vehículos autónomos. El objetivo de este nuevo proyecto es crear un centro de pruebas que sirva para impulsar el desarrollo de vehículos de conducción autónoma, y situarse a la cabeza de la industria para diseñar las normas internacionales que regulen tanto su diseño como su funcionamiento.

Los expertos afirman que este sector generará un mercado de unos 7.000 millones de dólares para 2050, y Suecia no quiere quedarse atrás en este nuevo ámbito. Para ello quiere dotar a estas instalaciones de todo lo necesario para potenciar el desarrollo de vehículos autónomos de los fabricantes nacionales. Actualmente ya cuentan con un circuito de 5,7 kilómetros que combina tramos de carretera rural con un área urbana formada por cuatro distritos de calles y edificios, y tramos de carretera de varios carriles para pruebas de velocidad en ámbitos de vías rápidas.

Esto permitiría probar tanto utilitarios como transporte pesado (autobuses, camiones…), en los principales ámbitos de utilización, lo que permitiría afinar el comportamiento de los vehículos en condiciones del mundo real. Mediante la prueba controlada de estas nuevas tecnologías, Suecia quiere evitar más incidentes como los que se han producido hasta ahora, que han ocasionado daños materiales y personales. Y, aunque aún no se sabe exactamente cuándo se verán los primeros vehículos autónomos en las carreteras, el avance tecnológico se está produciendo con gran rapidez, y gran parte está vinculado a la monitorización y el análisis inteligente de los datos generados por los coches y el entorno.

En palabras de Monica Ringvik, CEO de AstaZero, “La naturaleza de los datos varía según el propósito de la prueba, pero podría incluir desde condiciones de la carretera y del clima hasta flujos de datos de sensores, registros de toma de decisiones y datos de posicionamiento. Los datos se recopilan en grandes volúmenes y hay una investigación en curso que utiliza IA en el análisis”. Añadió que “Los datos recopilados se pueden utilizar para muchos propósitos diferentes, como algoritmos de capacitación para aprendizaje automático, simulaciones o soluciones de inteligencia artificial”.

Aprovechando las ventajas que ofrecen estas instalaciones acotadas, que incluyen diferentes ámbitos de la conducción, calles y carreteras de suficiente longitud, este proyecto pretende aportar un entorno de pruebas seguro y completo, evitando las peligrosas pruebas en vías públicas reales. Este campo de prueba existe desde 2014, pero con la introducción de las nuevas tecnologías 5G se ha adaptado para el futuro de la conducción autónoma, que se basará en este nuevo sistema de comunicaciones inalámbricas. Para el desarrollo de esta red se contó con Ericsson, Wallenberg Autonomous Research Arenas – Collaborative Autonomous Transport (WARA-CAT) y la autoridad Sueca de telecomunicaciones PTS, y juntos han creado un sistema de comunicaciones y realidad mixta para llevar las pruebas de conducción autónoma a un nuevo nivel.