La inteligencia artificial traerá una economía global más sostenible y eficiente

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Esta es la conclusión de un reciente informe elaborado por PwC, que reconoce el enorme potencial que tiene la inteligencia artificial para mejorar la economía mundial. Según los expertos, la IA influirá en diversos aspectos económicos, desde la mejora de productividad y eficiencia que proporciona la automatización inteligente hasta la reducción de las emisiones de carbono en numerosas industrias.

La consultora PwC ha realizado un extenso estudio sobre las implicaciones que tendrá la inteligencia artificial en la economía global, más allá de las mejoras que proporcionará en otros aspectos de la vida y el trabajo de las personas. El objetivo de esta investigación era determinar el potencial que tiene la IA para hacer que el mundo sea más sostenible y eficiente, en relación con las tendencias de digitalización que se están extendiendo por todos los sectores económicos a nivel global.

Las conclusiones son que la inteligencia artificial tendrá un importante impacto en la descarbonización, contribuyendo de forma significativa a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, gracias a que permite alcanzar una mayor eficiencia en numerosas actividades económicas, dentro y fuera del sector industrial.

El informe define la inteligencia artificial como “un término colectivo para tecnologías que pueden detectar su entorno, pensar, aprender y actuar en respuesta a lo que perciben y sus objetivos”. Estas aplicaciones abarcan desde la automatización de trabajos repetitivos hasta la mejora en la toma de decisiones, pasando por el análisis y la comprensión de grandes cantidades de datos, superando las capacidades humanas. Por otro lado, PwC señala que, contrariamente a las opiniones generales, la IA podría crear 38.2 millones de empleos netos en todo el mundo para 2030, que en su mayoría serían trabajos de mayor cualificación.

La investigación de PwC segmenta el uso de la inteligencia artificial en cuatro sectores principales, que son la agricultura, el agua, la energía y el transporte, y analiza cómo puede hacer que estos sectores sean más sostenibles. Y los expertos afirman que el uso de la IA en aplicaciones ambientales podría impulsar la economía mundial hasta 5.200 millones en 2030, un aumento del 4,4%. Al mismo tiempo, contribuiría en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 4% a nivel global para ese año, lo que equivaldría al total emitido por Australia, Canadá y Japón.

En el informe se afirma que “La IA se puede aprovechar en una amplia gama de sectores y situaciones económicas para contribuir a gestionar los impactos ambientales y el cambio climático. Algunos ejemplos de aplicación incluyen: redes de energía limpia y distribuida con infusión de IA, agricultura de precisión, cadenas de suministro sostenibles, vigilancia y cumplimiento del medio ambiente, y predicción y respuesta mejoradas ante el clima y los desastres”.

Algunos datos relevantes sobre el impacto de la IA en estos cuatros sectores, la reducción de emisiones de GEI podrían reducirse hasta e un 2,2% en el sector energético, y hasta en un 1,7% en el de transporte. Pero también tendría un papel importante en la gestión del suministro de agua y en la agricultura, pudiendo reducir las emisiones de CO2 hasta en 160 toneladas métricas para 2030, a la vez que permitiría gestionar mejor los recursos hídricos e incrementar la eficiencia de los cultivos. Como señala PwC en su informe, “Además, los sectores de la agricultura y el agua tienen un papel vital en la preservación de la salud de los sistemas naturales de la Tierra, incluida la conservación de la biodiversidad, la salud de los océanos, la calidad de las aguas dulces, los flujos biogeoquímicos, los cambios en los bosques y el sistema de tierras, y los impactos relacionados en la seguridad de los alimentos y suministro de agua”.

Pero todas estas mejoras en la economía y la sostenibilidad global no se lograrán solo con la inteligencia artificial, sino que es preciso que la IA se asocie a otras tecnologías. Citando las conclusiones de este estudio, “Las soluciones que exploramos no son IA actuando por su cuenta. En la mayoría de los casos, se combinan múltiples tecnologías complementarias, entre ellas la robótica, Internet of Things, recursos energéticos distribuidos, vehículos eléctricos y otras”. Y, dado que la inteligencia artificia requiere grandes capacidades de computación, que consumen mucha energía, para alcanzar estos objetivos es vital acometer la descarbonización del sector energético y también de otros, como el de los centros de datos, que ya están avanzando en este sentido.

Otro aspecto a tener en cuenta es que las economías más desarrolladas, como las de América del Norte, Europa y Asia Oriental serán las más beneficiadas por el uso de la inteligencia artificial. Por ello, los expertos alertan de que existe un alto riesgo de que se incrementen las desigualdades entre las diferentes regiones del globo en términos climáticos. En cualquier caso, los efectos del cambio climático son más globales que locales, por lo que la mejora en estas economías tendría un impacto importante en ciertos aspectos como la climatología general. Aunque sí se notaría en otros, como la calidad del agua, del aire y del suelo, y en otros tipos de contaminación, como el vinculado a los residuos industriales.