La Ley de Moore podría seguir imperando gracias a los chiplets

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A medida que la industria tecnológica expande su influencia en las empresas urgen nuevas necesidades, pero los fabricantes de procesadores tienen problemas para mejorar sus productos siguiendo la tradicional Ley de Moore. Frente a estas dificultades, los expertos ponen las mitras en el potencial de nuevas arquitecturas de chips, como los chiplets, que en su opinión permitirán mantener el ritmo de progreso de esta ley.

Tras 55 años de vigencia, la Ley de Moore está dejando de regir el desarrollo de los procesadores empleados en los ordenadores y otros productos electrónicos. En los últimos años se ha notado una mayor dificultad para duplicar la cantidad de transistores en los chips cada dos años, como establece esta ley. Esto se está viendo sobre todo en el desarrollo de CPUs para ordenadores y servidores, pero también en otros componentes semiconductores.

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Esto está dificultando la creación de nuevos equipos informáticos que puedan soportar las exigencias de las aplicaciones de nueva generación, tanto en grandes infraestructuras como dispositivos más reducidos. Para enfrentarse a las nuevas necesidades están surgiendo nuevas arquitecturas de computación, pensadas para optimizar el trabajo con ciertos procesos. Un buen ejemplo son los chiplets, chips que contienen agrupaciones de diferentes componentes en una arquitectura heterogénea que puede diseñarse según las necesidades de aplicaciones concretas.

Este tipo de tecnología permite construir procesadores agregando “módulos” con sus propios transistores, en vez de usando la tradicional arquitectura monolítica de las CPU, lo que permitirá a la industria seguir duplicando la cantidad de transistores cada dos años, como establecí a la Ley de Moore. Incluso se podría incrementar esta tasa, ya que los procesos asociados a la fabricación de chiplets no solo dependen de la capacidad de miniaturizar los chips.

Según una reciente investigación realizada por la firma Omdia, el mercado de microprocesadores compuestos por chiplets aumentará hasta 5.800 millones de dólares para 2024, un crecimiento destacado con respecto a los 645 millones registrados en 2018. En opinión de Tom Hackenberg, analista principal de procesadores integrados de Omdia, “cuando el pionero de los semiconductores Gordon Moore publicó por primera vez su teoría sobre el avance de los semiconductores, proporcionó un punto de referencia de pronóstico clave que estableció un ciclo de desarrollo para toda la industria tecnológica”.

En su opinión, “desde desarrolladores de software, diseñadores de sistemas, hasta inversores en tecnología, todos contaron durante décadas con el rápido calendario de dos años definido por la Ley de Moore. Con la llegada de los chiplets, el negocio de semiconductores y aquellos que dependen de él ahora tienen la oportunidad de regresar a la tasa de progreso habitual que ha generado tanto valor económico para la industria tecnológica en general”.