El estudio de patrones climáticos permitirá anticipar futuras crisis energéticas y optimizar la generación de renovables
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El Centro de Supercomputación de Barcelona ha realizado una investigación sobre cómo afectan los patrones climáticos a la capacidad de generación de energía solar y eólica en el ámbito europeo, que serviría para mitigar futuras crisis energéticas. Este estudio ofrece información de gran valor que permitiría a gobiernos, empresas energéticas y otras entidades relacionadas con el sector desarrollar estrategias para anticipar problemas, optimizar al máximo la generación de renovables y prevenir los eventuales aumentos de precio de la energía en Europa.
A medida que los países europeos abandonan las fuentes de energía contaminantes se pone de relieve la debilidad del modelo de generación de energía renovable ante el aumento de la demanda energética y las fluctuaciones de los mercados energéticos, todavía muy dependientes del valor del petróleo y el gas. Pero el compromiso de la Comisión Europea de alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2050 es firme y recientemente el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IIPCC) ha emitido un comunicado instando a acelerar la descarbonización lo antes posible, lo que está impulsando nuevos proyectos financiados por la UE.
Esta situación está generando un caldo de cultivo perfecto para que en los próximos años se agrave la crisis energética y se produzcan eventuales corte de suministro o una regulación más estricta, lo que está llevando a reconsiderar si la energía nuclear no será de nuevo la respuesta a la situación. Pero en medio de este panorama otras voces apuntan a que se debe optimizar al máximo la energía renovable y hacer un uso más eficiente de ella para aprovechar todas las oportunidades que ofrece.
En este sentido, los científicos del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) han realizado un estudio que muestra claramente cómo afectan los cambios en los patrones de circulación atmosférica a escala planetaria (denominados teleconexiones) a la generación de energía renovable en diferentes países de Europa. Esta investigación ha sido financiada por la Unión Europea a través de su programa Horizonte 2020 y por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Y ha sido liderada por Francisco Doblas, director del Departamento de Ciencias de la Tierra y Llorenç Lledó, investigador del mismo Departamento.
Estos expertos concluyen que los resultados de su trabajo son muy relevantes para el futuro de los sistemas eléctricos de Europa. Afirman que con la información recabada es posible desarrollar un modelo basado en predicciones meteorológicas capaz de anticipar con meses de antelación las variaciones que se producirán en la generación de energía renovable a consecuencia del clima.
Explican que esto será de gran ayuda para conocer de antemano la llegada de crisis energéticas por la falta de suministro y desarrollar estrategias para mitigarlas. Asimismo, serviría para enfocar la estrategia de generación de energía teniendo en cuenta los picos de meteorología más adecuados para sacar más partido a las infraestructuras de generación de electricidad de fuentes renovables.
Con el modelo que proponen, que vincula la meteorología con la capacidad de generar energía renovable gracias a la capacidad de supercomputación de su Centro, los operadores de las redes eléctricas de la región podrían anticipar problemas y desplegar fuentes de energía alternativas que mitiguen la escasez. Asimismo, permitiría a los comercializadores de energía estimar con más precisión los precios de la electricidad, y a los Gobiernos prevenir crisis en los precios como la que se está viviendo actualmente.
Doblas explica que “más allá de la mitigación del cambio climático, la crisis energética que está viviendo Europa envía un mensaje claro: nuestro sistema eléctrico necesita avanzar hacia mayores cuotas de renovables para lograr la independencia energética. Y eso solo se puede conseguir con una mejor comprensión y capacidad de predicción de las oscilaciones meteorológicas y climáticas que afectan a las fuentes de energía renovables”.
Su investigación detalla que en Europa la oferta y la demanda de electricidad se ve afectada por cambios en cuatro teleconexiones de la región euroatlántica, que pueden causar variaciones en la temperatura de la superficie de la tierra, en las precipitaciones, la radiación solar y la velocidad de los vientos. Estas son la Oscilación del Atlántico Norte (NAO), la del Atlántico Este (EA), la del Atlántico Este/Rusia Occidental (EAWR) y el patrón escandinavo (SCA).
Los expertos del BSC-CNS afirman que estudiando a fondo las predicciones estacionales de estas cuatro teleconexiones se puede determinar cómo afectarán estos patrones climáticos a la generación de energía solar y eólica. Esta relación es muy directa, como han podido constatar en su investigación, por lo que su modelo podría ser de gran valor para ayudar a los responsables del sector energético a comprender mejor la relación entre la oferta y la demanda en el ámbito europeo.
En palabras de Lledó, “las teleconexiones como la NAO ya han demostrado ser útiles para el sector eléctrico europeo a la hora de explicar episodios recientes de baja generación de energía eólica o de alta demanda energética. Con este estudio mostramos cómo las predicciones estacionales de las teleconexiones pueden informar con meses de antelación de un posible riesgo de baja producción de energía renovable, al tiempo que puede servir para informar mejor a los responsables de tomar decisiones al respecto”.