Las empresas españolas avanzan en la implementación de inteligencia artificial

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Según un estudio reciente, el 60% de los CEOs españoles están aumentando el uso de la inteligencia artificial para automatizar más procesos en la organización, impulsando la innovación y mejorando los resultados. Aunque en este camino deberán enfrentar numerosos retos, ya que la disrupción que supone la IA presenta sus propias complicaciones.

La automatización se ha convertido en una parte fundamental de las estrategias de transformación digital de las empresas en muchas industrias, desde la manufactura al comercio minorista. Y la irrupción de la inteligencia artificial está permitiendo alcanzar nuevos niveles de automatización y eficiencia, que convencen cada vez más a los responsables de la toma de decisiones de compra de TI. Esto está avanzando en las principales economías y, según un estudio de KPMG, el 60% de los CEOs españoles están implementando inteligencia artificial en sus procesos de automatización.

Según esta investigación, la integración de la IA no está haciéndose a gran escala, pero los líderes de las organizaciones en nuestro país sí reconocen el gran potencial que tiene esta tecnología para eliminar tareas repetitivas y aumentar la productividad de los empleados, liberándoles para que puedan desempeñar funciones más importantes para el negocio. Al mismo tiempo, se está acabando con la percepción de que la IA va a eliminar puestos de trabajo y, como ejemplo, el 73% de los CEOs de Estados Unidos cree que esta tecnología creará más empleos de los que destruirá.

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En palabras de Eva García, socia responsable de Análisis de Datos e Inteligencia Artificial de KPMG en España, “la inteligencia artificial, combinada con el análisis avanzado de datos y las soluciones cognitivas, están habilitando una nueva generación de automatización inteligente que está cambiando la naturaleza del trabajo y la calidad de los servicios. La IA impulsa el desarrollo de nuevos productos y experiencias de cliente, pero para que realmente tenga éxito debe implantarse de forma responsable”.

Este es uno de los retos a los que se enfrenta el avance de la inteligencia artificial, y que está limitando su aplicación a gran escala en las organizaciones, pero los expertos señalan que este es el camino correcto para que este avance se lleve a cabo de forma beneficiosa tanto para la sociedad como para las propias empresas. En opinión de los analistas de KPMG, hay cinco principios básicos en los que debe sustentarse la implementación de la inteligencia artificial, de forma que esta tecnología sea productiva y ventajosa para la empresa.

El primero es la transformación del lugar de trabajo. Según los expertos, si se integra correctamente la tecnología con las funciones desempeñadas por las personas, los resultados pueden ser mucho más beneficiosos para la organización. afirman que así se pueden mejorar los resultados financieros a la vez que se desarrollan nuevas habilidades y se incrementa la capacidad de innovación.

El segundo principio se el de establecer mecanismos de supervisión y de buen gobierno, que garanticen el control sobre el funcionamiento de la inteligencia artificial y la automatización. Y también sobre cuestiones clave actualmente, como la gobernanza de datos, algo que ha cobrado especial importancia de cara al cumplimiento con las leyes de protección de datos. Para ello se deben desarrollar algoritmos de IA que operen dentro de un marco ético bien definido.

Así se llega al tercer pilar básico en la implementación de la IA, que es el equilibrio entre la ciberseguridad y la ética en el uso de la inteligencia artificial. Porque en las normas que rijan el uso de la tecnología deben estar diseñadas de forma que no pongan en riesgo la seguridad de los activos de datos, permitiendo garantizar la buena reputación de la organización en lo que se refiere a la privacidad.

Los expertos de KPMG sitúan la reducción del sesgo en cuarto lugar, un problema que preocupa a todos los implicados en el desarrollo y el uso de la inteligencia artificial. Esto influye en el propio diseño de la IA y los sistemas de automatización, que deben evitar la mala interpretación de los datos para que no se produzcan discriminaciones dañinas para las personas y los negocios.

Finalmente, los investigadores destacan la transparencia como quinto factor clave que deben considerar las organizaciones a la hora de implementar la inteligencia artificial en sus estrategias de automatización y transformación digital. Porque muchas veces la IA está compuesta por algoritmos que no se comprenden bien, y es fundamental que tanto los CEOs como los responsables de TI y de negocio sepa el “porqué” de las decisiones que toma la IA.

Al mismo tiempo, esta mayor transparencia en la programación de la IA permite a los responsables modificar su programación y funcionamiento de acuerdo a las necesidades y objetivos de la empresa. En opinión de Alberto Martín, socio responsable de Consulting Corporates de KPMG en España, “establecer los mecanismos y normas adecuadas para construir, controlar y aportar seguridad a través de los sistemas de IA es el elemento clave para que sea implantada de forma ética”. Concluye que “aquellas organizaciones que aporten transparencia, seguridad y privacidad rigurosa a la gestión de datos se verán recompensadas con un aumento de la confianza por parte del cliente”.