La industria taiwanesa de chips se vuelca en la lucha contra el coronavirus

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Uno de los puntos fuertes de los fabricantes taiwaneses son las tecnologías de uso médico, y a raíz de la pandemia han redoblado sus esfuerzos para satisfacer las necesidades del sector sanitario. Según informan los expertos, las principales firmas del país han incrementado la producción de componentes electrónicos para dispositivos médicos, como por ejemplo los sistemas de ventilación.

Muchos países están impulsando una reconversión temporal de las industrias manufactureras para satisfacer la demanda local de material y dispositivos de uso médico. Porque las interrupciones que está sufriendo la cadena de suministro dificulta que los hospitales cuenten con los equipos de protección individual, sistemas de monitorización y respiración que necesitan para atender a los pacientes afectados por el COVID-19. Pero los principales países productores del mundo se enfrentan, además, a la demanda global del resto de países en los que la enfermedad está causando más estragos.

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Esto ha llevado a los fabricantes de Taiwán, uno de los países donde se concentra la industria de fabricación tecnológica, a volcarse en la producción de productos destinados a la industria sanitaria. Como han informado recientemente los expertos de la firma TrendForce, fabricantes como TSMC o UMC están incrementando la producción de tecnologías para aparatos de respiración, medición y monitorización de pacientes. Con ello quieren atacar de raíz la escasez de artículos críticos para combatir la pandemia, tanto dentro como fuera de sus fronteras.

Un ejemplo es el esfuerzo de UMC para implementar la tecnología de fabricación denominada de Ejecución Super Caliente (SHR), que le permitirá cubrir la creciente demanda de la firma de diseño de circuitos integrados Phison, que produce componentes para ventiladores de uso médico. Según los expertos, adoptando este tipo de procesos podrían acortar el tiempo de espera habitual de dos meses a poco más de un mes.

Lo mismo está sucediendo en otros productores de la industria de chips de Taiwán, que están esforzándose por incrementar el inventario de los componentes más demandados por los fabricantes de tecnologías para el sector de la salud. Y también para la incipiente industria de robótica sanitaria, que requiere componentes electrónicos de nueva generación para fabricar las máquinas que asisten al personal sanitario en tareas de suministro de material o en labores de higienización.

Al mismo tiempo, el resto de fundiciones de obleas de semiconductores de Taiwán también están haciendo grandes esfuerzos para mantener un flujo adecuado de producción. Esta es su forma de evitar, en la medida de lo posible, añadir más retrasos a la cadena de suministro tecnológica, que está sufriendo interrupciones en diferentes partes del camino hacia los consumidores finales, que son los hospitales y demás centros de atención sanitaria.