El sector primario español progresa en la adopción de la facturación electrónica

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Aunque las cifras todavía son muy tímidas, el sector primario español está progresando en la adopción de las facturas electrónicas, siguiendo los pasos de otros sectores económicos del país. Según los expertos, el año pasado casi el 4% del total de facturas electrónicas correspondieron a este sector, un avance significativo desde 2018, cuando las cifras estaban por debajo del 1%.

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La emisión de facturas electrónicas se está convirtiendo en una forma cada vez más común de operar para las empresas, aunque cada sector está adoptando esta innovación a un ritmo diferente. El que está progresando más lentamente en este proceso es el sector primario, donde muchas empresas tienen un nivel muy bajo de digitalización, pero aun así el cambio se está produciendo.

Como indican las cifras recogidas en el Estudio Seres de Implantación de la Factura Electrónica en España 2019, el año pasado el 3,66% de las empresas emisoras de facturas electrónicas y el 3,64% de las receptoras pertenecieron al sector primario. Esto parece poco, pero se trata de un avance importante frente al 0,6% y 0,43% registrados en 2018, respectivamente, y sobre todo teniendo en cuenta el peso que tienen estas empresas en la economía del país.

En su informe, Alberto Redondo, CMO de Seres para Iberia y LATAM, explica que “esta ligera variación positiva indica una tendencia, especialmente en un año donde ha habido mucha variación respecto a ejercicios anteriores. En todo caso, el porcentaje de uso de la factura electrónica en este sector es superior al porcentaje de participación en el PIB de estas empresas, que en 2019 representó el 2,6% del total nacional”.

Este estudio revela que el número total de facturas electrónicas procesadas el año pasado en España fue de 206.464.053, un 13,51% más que en 2018. De estas, 171.773.817 correspondieron a transacciones B2B, 22.292.891 a transacciones entre empresas y administraciones públicas (B2G) y 12.397.345 a ventas B2C. Los expertos destacan que las facturas electrónicas permitieron ahorrar más de 1.600 millones de euros en la gestión de facturas, lo que equivale a más de 422 años laborales.

Al optar por la factura electrónica el coste de recepción es de 2,27 euros en digital, frente a los 7,22 euros en papel, y el coste de emisión pasa de 4,45 euros en papel a 1,64 euros en digital. También ha servido para mitigar el impacto ambiental que genera el uso de papel, que calculan como el equivalente a reducir la explotación forestal en una superficie similar al parque del retiro.

Analizando el uso de facturas electrónicas por Comunidades Autónomas, la región líder en el volumen de emisión de facturas es Madrid, con un 36,96% del total, seguida por Cataluña (28,93%), Andalucía (9,17%) y Valencia (4,94%). Esto revela un cambio con respecto al año pasado, cuando Cataluña tuvo una cuota un 17,77% más baja, mientras que Andalucía y Valencia han perdido un 0,67% y un 3,2% de su cuota, respectivamente.

Por volumen de empresas emisoras el líder también es Madrid, con un 24,99% de total, seguido por la Comunidad Valenciana (11,48%), Cataluña (8,58%), Andalucía (8,26%) y Castilla y León (7,04%). En cuanto al volumen de facturas electrónicas, el año pasado Madrid recibió un 29,22% del total, Cataluña un 24%, Andalucía un 8,13%, Galicia un 7,19% y la Comunidad Valenciana un 5,81%. Y la lista de facturas recibidas está encabezada por Madrid (18,62%), seguida por Cataluña (16,65%), Andalucía (9,02%), Castilla y León (8,26%) y la Comunidad Valenciana (8,19%).

El estudio de Seres revela que el sector en el que más se emplea este tipo de facturación es el Sector Servicios, su implantación es del 64,06% en la emisión y del 61,8% en la recepción. A continuación, están la Industria, con un 27,81% y un 28,07%, y, finalmente, el sector primario, con el 3,66% y 3,64% restantes. En cuanto al tamaño de las empresas, las medianas emiten el 41,96% de sus facturas en formato electrónico y reciben el 35,70%. Las pequeñas empresas el 27,49% y el 25,70%, respectivamente, y las grandes empresas el 19,98% y el 29,54%.