La inteligencia artificial marca el futuro de los programadores

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Mientras avanza la automatización en los procesos administrativos, de negocio e industriales, las aplicaciones tienen cada vez más vinculación con la inteligencia artificial. Por ello, los expertos afirman que la profesión de programador tendrá cada vez más vinculación con las diferentes ramas de la IA, una tendencia que ya se está notando en el mercado laboral.

Los últimos indicadores sobre el mercado laboral vinculado a la tecnología muestran que el perfil de programador se ha convertido en el más demandado dentro de las profesiones TIC. Actualmente, ya es uno de los roles más buscados por las empresas españolas y norteamericanas, pero ciertos avances están poniendo en duda el futuro de esta profesión. Con la proliferación de la inteligencia artificial en las organizaciones, determinados sectores están llevando la automatización más allá de los procesos, permitiendo que ciertas formas de IA creen sus propias aplicaciones.

De hecho, algunos expertos indican que en el futuro muchas de las aplicaciones serán desarrolladas directamente por bots inteligentes, con la participación de los usuarios finales solo en determinados casos. Esto plantea un panorama complicado para la profesión de programador, pero no un final. Desde diferentes sectores especializados afirman que, para mantener su posición en el futuro, los programadores e ingenieros de software deben prepararse a fondo para trabajar en entornos de automatización, donde la IA tiene un papel clave.

Pero, al menos por ahora, la inteligencia artificial no es capaz de interpretar adecuadamente algunas variables importantes, para lo que necesita las capacidades humanas. Por ejemplo, en todas aquellas tareas y procesos en los que interviene la empatía o la creatividad, capacidades puramente humanas e imprescindibles para comprender mejor a las personas y para potenciar la innovación. La empatía es fundamental en cualquier interacción con personas, ya sean empleados o clientes, algo que la IA no es capaz de aportar, y que los programadores humanos pueden contextualizar dentro de sus algoritmos. La creatividad permite aportar soluciones innovadoras a problemas o necesidades para los que la mera automatización no ofrece respuestas. Además, cualquier tarea de diseño o innovación pura requieren pensamiento lateral y creatividad, cosas hasta ahora fuera del alcance de la inteligencia artificial tal y como la conocemos.

Aunque se quiera aplicar la automatización a todos estos procesos, en el futuro seguirán haciendo falta programadores que puedan aportar el “toque humano” a la inteligencia artificial, aplicando la ética en su programación. Esta es, según los expertos, la mejor forma de eliminar los sesgos en los procesos automatizados, de forma que la IA continúe estando al servicio de las personas en su conjunto, en vez de servir únicamente a la optimización de procesos con fines comerciales. Por ello, es recomendable que los programadores e ingenieros informáticos se instruyan en todos los campos vinculados a la automatización y la inteligencia artificial, lo que les permitirá seguir desarrollando su profesión en un futuro marcado por el uso de estas tecnologías. Y, además, los expertos recomiendan huir de los trabajos repetitivos para centrar la atención en aquellos puestos que requieran el uso de la creatividad, el conocimiento y otros valores humanos, ya que serán los roles más apreciados dentro del campo de la programación.