Edificios más inteligentes gracias a una nueva generación de sensores

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Durante los últimos años el desarrollo de tecnologías de detección se ha acelerado y ahora ofrecen interesantes posibilidades para la modernización y la construcción de edificios inteligentes. Esto está captando la atención de los constructores y gestores de edificios comerciales, que a lo largo de esta década incrementarán la inversión en estas tecnologías para satisfacer la demanda de los propietarios e inquilinos.

El concepto de edificio inteligente ha ido evolucionando a medida que han surgido tecnologías de automatización y detección avanzadas, que poco a poco están ampliando el alcance y las posibilidades a la hora de actualizar o construir edificios de viviendas y comerciales. A raíz de la pandemia se ha extendido el uso de determinados sistemas de detección avanzados para controlar a multitudes, verificar el estado de salud general de las personas y mejorar la seguridad, y durante esta década la adopción de sensores de nueva generación va a acelerarse.

Según las estimaciones de los investigadores de ABI Research, el mercado de sensores para edificios comerciales va a crecer a una CAGR del 35% hasta el año 2030, pudiendo alcanzar unos envíos de 18,5 millones de unidades para entonces. Y en este tiempo se surgirán nuevas categorías de clientes, que van desde empresas de todo tipo a propietarios e inquilinos de edificios comerciales, que buscan mejoras funcionales y de seguridad para sus oficinas, locales comerciales y viviendas.

Jonathan Collins, director de investigación de Smart Home & Buildings en ABI Research, explica que tradicionalmente la detección en el mercado de edificios comerciales ha estado relacionada con la construcción de sistemas relacionados con la calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), el control de incendios, la seguridad y el control de accesos. Pero dice que “está llegando al mercado una nueva gama de tecnologías de detección ambiental, sensores y dispositivos en un momento de gran agitación en el mercado de construcción comercial”.

El espacio de los edificios inteligentes está evolucionando para dar respuesta a la mayor preocupación de los propietarios e inquilinos en lo que se refiere a la seguridad de los ocupantes, la reducción del impacto ambiental y la flexibilización de los espacios. Esto requiere más inteligencia y, para ello, es fundamental contar con tecnologías de detección avanzadas que permitan usar aplicaciones como la detección de ocupantes, que permiten implementar nuevos enfoques de detección basados en micrófonos, cámaras, sensores de movimiento, sensores de presión y, en ciertos casos, radares.

Con su nivel de desarrollo actual estas tecnologías permiten obtener información en tiempo real sobre lo que sucede en el edificio a muchos niveles, y cada vez hay más opciones y competencia en el mercado de estos dispositivos. En ABI Research destacan la expansión de la oferta de proveedores tradicionales como Bosch Sensortec o TDK Invensense, cuyo alcance se ha ido ampliando en los últimos años. Pero también hay proveedores más especializados como Lumentum, o Ambarella, que se enfocan en tecnologías y mercados más específicos y están elevando la competencia. Al mismo tiempo están surgiendo empresas emergentes como Mindshare que ofrecen soluciones interesantes para la modernización de edificios comerciales, y que podrían generar importantes disrupciones en el mercado en lo que resta de década.

En opinión de Collins, “a medida que la detección de ocupación, la calidad del aire o la gestión de la energía, la utilización del espacio y el mantenimiento preventivo avanzan más en las operaciones de edificios comerciales, los integradores de sistemas, los proveedores de gestión de edificios y los desarrolladores de sensores y dispositivos, junto con los fabricantes, deberán asegurarse de seleccionar e integrar las mejores tecnologías para tantas aplicaciones como sea posible”.