Crecen las implementaciones de IoT en el sector agrícola y ganadero

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Las tecnologías basadas en Internet of Things tienen numerosas posibilidades en el ámbito de la agricultura y la ganadería, y se están convirtiendo en el motor de digitalización de estas industrias. Las empresas de estos sectores están comenzando a apostar por estos avances, y los expertos afirman que para 2024 se habrán conectado más de 2 millones de granjas y 36 millones de cabezas de ganado.

Gracias al concepto de Internet of Things, las empresas ganaderas y agrícolas pueden introducir tecnologías digitales que permiten mejorar la gestión de sus explotaciones y reducir los costes generales. Por ejemplo, mediante la monitorización del clima y la automatización del riego o el abonado del suelo. Y también en la localización y la trazabilidad del ganado, entre otras muchas mejoras.

Las mejoras que pueden proporcionar estos avances están calando entre las empresas y, según los datos de un reciente estudio elaborado por ABI Research, para el año 2024 se habrán conectado más de 2 millones de granjas y 36 millones de cabezas de ganado bovino. Este crecimiento pone de relieve cómo se está transformando el sector de la producción alimentaria, en busca de nuevas formas de mejorar la eficiencia. Y no solo se trata de regar con la suficiente agua, sino de optimizar al máximo el uso de este y otros recursos empleados en las explotaciones agrícolas y ganaderas.

Y esto, además, facilita la tarea de ajustarse a las normativas que regulan el sector, cuidando de que las plantaciones y los animales sean tratados con forma a la ley. Por ejemplo, regulando la dosificación de aportes químicos o manteniendo un estricto control sobre las condiciones fitosanitarias del ganado y su localización dentro del terreno. Además, esto da como resultado una mejora en la calidad de los productos, y una reducción de costes importante.

Como señaló Harriet Sumnall, analista de investigación de ABI Research, “Los sistemas de alta tecnología que incluyen drones a veces se mencionan cuando se habla del futuro de la agricultura, pero la función principal de un dron es proporcionar imágenes aéreas de alto nivel, incluido el análisis estratégico de grandes áreas para proporcionar análisis sobre índices como el contenido de clorofila”. Y añadió que, “Si bien esto es útil, requiere mucho tiempo y puede carecer de información granular. Los sistemas basados en sensores ubicados en el suelo son más esclarecedores y rentables, ya que se centran únicamente en la monitorización del suelo bajo los cultivos y en el comportamiento de los animales. Esta es exactamente la información que los agricultores necesitan para definir un plan de acción que permita asegurar un rendimiento óptimo”.

Según afirman los autores de este estudio, las tecnologías que impulsarán IoT en el nuevo paradigma de la agricultura conectada serán las puertas de acceso y los sistemas de comunicación de área amplia de bajo consumo. Y los costes de implementación dependerán mucho de la cantidad de sensores necesaria para cubrir las actividades digitalizadas dentro de cada explotación, así como de los precios impuestos por los proveedores de soluciones IoT. Estos, a su vez, pueden ser desde tarifas únicas con suscripciones a plataformas de gestión de datos (por ejemplo, Sensoterra), a soluciones de coste cero, pero con modelos de suscripción de datos (como CropX). Los expertos indican que las primeras son las mejores opciones para explotaciones de gran tamaño, mientras que las segundas son más adecuadas para las más pequeñas.

Como dijo Sumnall, “Las razones para adoptar IoT en la agricultura son universales: reducción de costos, productividad mejorada y mejores márgenes de ganancia, pero las pautas específicas en cuanto a la disposición a adoptar pueden ser más pragmáticas y localizadas. Por ejemplo, en América del Norte, el clima político está resultando desafiante para la mano de obra inmigrante requerida por el sector agrícola, y una mayor automatización podría compensar esta falta de mano de obra manual. Y, en Europa, los agricultores son notablemente más jóvenes que en cualquier otra parte del mundo, y son naturalmente más receptivos a la adopción de nuevas tecnologías”. Concluyó diciendo que “sin embargo, existe una falta de educación entre los agricultores sobre los beneficios de la agricultura conectada”. Por ello, opina que para que las tecnologías IoT agrícolas tengan éxito es fundamental que los proveedores de soluciones IoT enfoquen sus soluciones de forma que resulten atractivas para los clientes potenciales, tanto a nivel tecnológico como en precio.