Las previsiones de ingresos derivados del despliegue de 5G se desploman

  • Infraestructura

A pesar de que está aumentando el uso de servicios digitales, poniendo a prueba las redes de datos en los principales puntos calientes de la red global, 5G no va a cosechar el éxito previsto este año. Según los expertos, en 2020 los ingresos de las empresas de telecomunicaciones cloud derivados del despliegue de 5G podrían descender entre un 20% y un 30% con respecto a las previsiones anteriores.

El despliegue de redes 5G está en marcha, pero la irrupción de la pandemia está afectando al ritmo previsto por la industria de telecomunicaciones, y un reciente informe indica que el impacto va a ser mucho más fuerte de lo que se había anticipado. La investigación realizada por ABI Research ha valorado el impacto a corto y medio plazo de la pandemia en el mercado de infraestructuras 5G, tanto para el núcleo de las redes como para las implementaciones en el borde.

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Según los expertos, el cambio general de la industria hacia redes y operaciones globales centradas en el software se está acelerando con los problemas que está ocasionando la pandemia. Y esto va a tener un impacto importante en el ritmo previsto para la industria de 5G, especialmente para los ingresos de las empresas de telecomunicaciones vinculadas a la nube. Opinan que las ventas empresariales seguirán impulsando la innovación y el progreso de los despliegues centrales de 5G, y de las nuevas ofertas digitales de telecomunicaciones.

Las previsiones de ABI Research son que los ingresos que obtendrán este año las empresas de telecomunicaciones en la nube, provenientes de las implementaciones centrales de 5G, podrían descender entre un 20% y un 30% con respecto a las anteriores previsiones, estimadas en unos 9.000 millones de dólares. Esto supondría que la pérdida de ingresos podría situarse entre los 2.000 y 3.000 millones de dólares a corto plazo. Como explicó Don Alusha, analista senior de ABI Research, “el mercado de 5G estaba creciendo más rápido de lo previsto, y se espera que 2020 sea el punto de partida para las implementaciones comerciales centrales de 5G Standalone (SA) en las redes de proveedores de servicios de comunicaciones (CSP)”.

Pero añadió que “esa expectativa puede tardar un poco más en materializarse. Esto se debe, en parte, al hecho de que COVID-19 casi seguramente dificultará que se realicen más ensayos y pruebas para verificar el rendimiento del procesamiento y la estabilidad de las redes 5G SA. A corto plazo, es posible que la industria no tenga más remedio que proteger los ingresos provenientes de los consumidores existentes. Los proveedores de servicios en la nube seguirán ese enfoque defensivo con proyectos a pequeña escala, que apuntan a buscar eficiencias operativas sin comprometerse necesariamente con nuevas inversiones para redes 5G SA y software inteligente”.

Alusha explicó que la industria está convencida actualmente de que el mercado empresarial será el principal impulsor de las inversiones en el despliegue de 5G, y será responsable de la mayor parte del crecimiento. En su opinión, “a largo plazo, la agitación que genera el COVID-19 servirá como un trampolín para que la industria reflexione sobre las opciones alternativas de crecimiento que tiene a su disposición”. Afirma que la industria está anclada a la idea de que es difícil duplicar los activos de red y la infraestructura actualmente responsables de los resultados del mercado de consumo. Por ello, está abogando porque se conceda a la industria la posibilidad de reflexionar sobre las vías de estímulo que puedan revivir las iniciativas de despliegue de las nuevas redes.