La Fuerza Aérea de EEUU usará dos nuevos supercomputadores para estudiar el clima

  • Infraestructura

Supercomputador_Fawbush Miller_ORNL_HPE Cray EX_Superordenador_HPC

El Laboratorio Nacional Oak Ridge albergará los dos nuevos supercomputadores de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que proporcionarán una potencia de computación de 3,6 petaflops cada uno. Al margen de sus posibilidades en el ámbito de la defensa, estas máquinas se utilizarán para realizar simulaciones climáticas más complejas y detalladas, que permitirán mejorar los sistemas de predicción meteorológica.

Recomendados: 

Cómo abordar la complejidad de un programa de Gestión de Identidades y Gobernanza Leer 

Gestión de identidades en la Educación Superior Leer 

El estudio del clima es uno de los campos de investigación más exigentes en lo que se refiere a cálculos matemáticos y consumo de datos, por lo que las empresas y agencias gubernamentales implicadas en la meteorología están invirtiendo cada vez más en mejorar sus capacidades de supercomuptación. En los últimos dos años se han incorporado nuevas plataformas HPC a la investigación climática en todo el mundo, destacando varias organizaciones en Estados Unidos, en Europa, especialmente en el Reino Unido, y también en ciertos países asiáticos, como Japón.

Ahora, la fuerza aérea de Estados Unidos se ha sumado a esta lista, anunciando la instalación de dos nuevos supercomputadores en el Laboratorio Nacional Oak Ridge (ORNL), un proyecto desarrollado en colaboración con la División de Ciencias Computacionales de la Tierra de la institución. Se trata de dos sistemas HPE Cray EX, que han recibido el nombre de Fawbush y Miller, en honor de los prestigiosos meteorólogos Major Ernest Fawbush y Capitán Robert Miller. Estas máquinas proporcionarán un rendimiento máximo de 3,6 petaflops cada una, multiplicando por seis la capacidad de computación de su predecesor, el ordenador Thor.

Como ha explicado en su presentación en sociedad Bill Mannel, vicepresidente y gerente general de HPC en HPE, esta nueva plataforma es “uno de los primeros sistemas operativos impulsados por la última supercomputadora HPE Cray EX, que será administrada por el Laboratorio Nacional Oak Ridge (ORNL). Las tecnologías HPC de extremo a extremo que son posibles gracias a la supercomputadora HPE Cray EX permitirán una mayor velocidad y un rendimiento dedicado para avanzar en las simulaciones y en la predicción del tiempo, a un nivel que no ha sido posible hasta ahora”.

Sus creadores destacan que esta plataforma HPC permitirá a los investigadores mejorar su capacidad para predecir el comportamiento de los flujos de agua para anticipar posibles inundaciones y otros problemas derivados de eventos climáticos extremos, algo que hasta ahora ha sido un reto muy difícil de abordar. Con estas nuevas capacidades de computación se podrá saber cómo, dónde y hasta qué punto se producirán inundaciones, algo que resultará vital tanto para la sociedad como para el uso militar, ya que este tipo de fenómenos dificultan el avance de tropas y equipamiento militar en tierra.

Para alcanzar estos ambiciosos objetivos crearán un modelo hidrológico global que será capaz de calcular y predecir el comportamiento de cientos de cuencas hidrográficas en todo el globo, alcanzando un nivel de precisión superior al actual. Este es un objetivo muy ambicioso que requerirá contar, además, con nuevas fuentes de datos más precisas, algo que también planteará retos a la Fuerza Aérea en el futuro. Sobre todo, en regiones poco propensas a colaborar con las fuerzas armadas de Estados Unidos.

Para lograrlo emplearán la información proporcionada por los satélites y los vuelos de investigación meteorológica, pero también esperan poder aplicar sus nuevas capacidades de supercomputación al desarrollo de modelos climáticos capaces de predecir con mayor precisión la formación, el crecimiento y los niveles de precipitación de las nubes. En general, la Fuerza Aérea espera poder incrementar la precisión de sus simulaciones a escala global, haciendo que la distancia entre los puntos que componen actualmente su cuadrícula de patrones climáticos se reduzca desde los actuales 17 kilómetros a 10 kilómetros.