Nueva plataforma de computacion Edge para la investigación espacial

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La exploración espacial ha proporcionado grandes conocimientos a la humanidad, a través de la observación del universo y de la Tierra, y de la experimentación en entornos sin gravedad y sin la protección de la atmósfera. En las últimas décadas la ciencia ha avanzado mucho, y con la construcción de la Estación Espacial Internacional (ISS) la investigación espacial se ha acelerado, gracias a que proporciona un entorno controlado en el que los astronautas pueden trabajar por espacios prolongados de tiempo. Para ello necesitan contar con numerosos aparatos de laboratorio, y también con ordenadores que les ayuden en su trabajo.

Originalmente, la ISS contaba con ciertas capacidades informática a bordo, pero enviaba muchos de los datos a las instalaciones en tierra para que fueran procesados. Pero en la era digital es cada vez más importante contar con un equipo que pueda analizar la información y ejecutar tareas localmente, algo que se puede lograr a través del concepto de computación Edge. En los últimos años la ISS ha ido evolucionando y adquiriendo nuevos equipos informáticos, apoyados por grandes fabricantes de tecnología que han desarrollado equipos informáticos para soportar los rigores del espacio y de la propia puesta en órbita.

Computación Edge que resiste las condiciones del espacio

Recientemente, el fabricante norteamericano ha presentado el ordenador Spaceborne Computer-2 (SBC-2), el nuevo equipo diseñado específicamente para la Estación Espacial Internacional, que proporcionará capacidades revolucionarias para la investigación espacial. Según han comentado en su presentación, este nuevo equipo permitirá el procesamiento de datos en tiempo real, acelerando radicalmente los procesos de análisis y otras tareas vinculadas el trabajo con datos, como el procesamiento de imágenes médicas, la secuenciación de ADN o la obtención de información de grandes cantidades de satélites, sensores y dispositivos conectados.

Según los expertos, las nuevas capacidades que proporcionará SBC-2 permitirán acelerar mucho el trabajo, pasando de la escala de meses a minutos. Está revisto poner en órbita este equipo el próximo 20 de febrero, aprovechando la decimoquinta misión Northrop Grumman Resupply para el reabastecimiento de la ISS, utilizando la nave espacial NG-15. A partir de ese momento, HPE espera que su nuevo equipo pueda prestar servicio durante los próximos 2-3 años, repitiendo el éxito de su predecesor, el Spaceborne computer [1].

Cuando se lanzó este ordenador pionero, allá por 2017, se trataba de una prueba de concepto de un año de duración, cuya finalidad era comprobar si los servidores que se utilizaban en tierra podían llevarse al espacio, donde las condiciones de gravedad y radiación podían dañar esta tecnología. El resultado fue un éxito, y la NASA recurrió de nuevo a HPE para desarrollar un equipo más avanzado, que pudiera llevar las capacidades de computación actuales al espacio.

Ahora que se sabe cómo diseñar, construir e instalar ordenadores avanzados en el espacio, HPE ha creado Spaceborne Computer-2, que proporciona el doble de velocidad de cómputo, aprovechando la experiencia de la marca en el desarrollo de servidores y plataformas de computación Edge. Su finalidad en la ISS será procesar imágenes de ultra alta resolución, tanto de la Tierra como del Espacio, apoyar las investigaciones médicas que se desarrollan en entornos libres de gravedad y otros trabajos donde se requieren capacidades de computación y análisis de nueva generación.

Nuevos usos para la computación espacial

Otro de los principales usos que se dará a esta nueva plataforma informática es administrar y procesar los datos provenientes de cientos de sensores que la NASA ya ha instalado en la ISS y en diferentes satélites. Estos generarán una cantidad masiva de datos vinculados al análisis de tendencias de tráfico, calidad del aire y seguimiento de objetos dentro de la atmósfera y en la órbita terrestre. Esto exigirá un gran ancho de banda que debe proporcionarse desde el espacio, y una plataforma informática capaz de hacerse cargo de ellos. 

Por ahora, este tipo de aplicaciones están dando sus primeros pasos, pero los expertos prevén que en el futuro las redes de datos e infraestructura informática espaciales proporcionarán el soporte necesario para apoyar la investigación y la exploración del espacio. Y también darán vida a nuevas capacidades de observación de la tierra, así como a las nuevas redes de datos satelitales, que en el futuro seguirán progresando para proporcionar servicios a los usuarios en todo el mundo. 

Como explica Dr. Mark Fernández, arquitecto de soluciones del sistema Converged Edge en HPE, e investigador principal del proyecto Spaceborne Computer-2, “el beneficio clave que supone el desarrollo de la computación espacial fiable y segura con Spaceborne Computer-2 es conseguir que el procesamiento de información en tiempo real sea una realidad. Los exploradores espaciales ahora pueden transformar la manera en la que conducen sus investigaciones basándose en los datos disponibles en el momento para mejorar la toma de decisiones”.