Linux expande su presencia en las infraestructuras espaciales

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Los satélites que se están poniendo en órbita para construir las nuevas redes globales proporcionan comunicaciones, pero también funcionan como los primeros centros de datos espaciales, proporcionando capacidades de cómputo. En este contexto, compañías como SpaceX están recurriendo a Linux para construir los sistemas operativos que rigen estas nuevas infraestructuras, abriendo las puertas a que el futuro de la TI espacial esté basado en software de código abierto.

Desde sus inicios, Linux ha tratado de ser una alternativa a los sistemas operativos propietarios en los diferentes ámbitos de la computación, y ahora está dando el salto al espacio, superando todas las expectativas de sus creadores. Un buen ejemplo son los satélites Starlink de la firma SpaceX, que en su interior contienen computadores basados en este SO de código abierto. Concretamente, en cada lanzamiento se suben al espacio 60 satélites, en cuyo interior hay más de 4.000 computadores basados en Linux.

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Estos satélites operan de forma similar a servidores de un centro de datos, y su computación se rige por este software de código abierto, lo que permite integrarlos en redes de infraestructura de nueva generación, muchas de ellas creadas de la misma forma, o completamente compatibles con entornos Linux. Según han comentado recientemente desde SpaceX, la empresa considera sus satélites de banda ancha como u conjunto de servidores en un centro de datos, que requieren constantes actualizaciones de software para mejorar su rendimiento y su seguridad.

Como comento en una reciente entrevista el director de software de la compañía, Matt Monson, para que su constelación de satélites funciones es necesaria una tonelada de software, que se actualiza más o menos una vez por semana, y que soporta constantes pruebas de software. Según dijo “las pequeñas mejoras en el software pueden tener un gran impacto en la calidad del servicio que brindamos y en la cantidad de personas a las que podemos atender”. Y comentó que “en este tipo de proyecto, el ritmo de la innovación lo es todo”.

Con el último lanzamiento, de otras 60 unidades, la empresa ya ha puesto en órbita unos 480 satélites Starlink de los 800 que necesita para comenzar a operar, aunque en el futuro se espera que la red esté formada por 12.000 satélites de primera generación. Y ya han solicitado un permiso para poder lanzar otros 30.000 de segunda generación, en previsión del futuro éxito de las comunicaciones satelitales. Teniendo en cuenta cómo están construidos, el despliegue actual ya está compuesto por más de 30.000 nodos de computación Linux, con más de 6.000 microcontroladores, lo que muestra el gran alcance que está teniendo este tipo de sistemas operativos en la nueva era de comunicaciones espaciales.