Preparan un nuevo supercomputador basado en energías libres de carbono

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Una compañía australiana acaba de anunciar un proyecto para construir un gran centro de supercomputación libre de carbono, que tendrá una capacidad inicial de 200 petaflops. Su intención es dar un primer paso en este concepto de plataforma HPC sostenible, para después ir escalando su capacidad, añadiendo hasta 10 salas de equipos hasta llegar a un nivel de varios exaflops.

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Las tecnologías de supercomputación evolucionan para adaptarse a los nuevos requisitos de empresas e investigadores, y uno de ellos es la sostenibilidad, algo que preocupa cada vez más a las autoridades y a la industria tecnológica en diferentes regiones del mundo. Un buen ejemplo es Australia, donde la compañía HPC DUG Technology, dedicada a la computación de alto rendimiento como servicio (HPCaaS), ha planificado la construcción de un nuevo centro de supercomputación libre de carbono.

Las instalaciones se construirán en Geraldon, Australia Occidental, y en un principio ofrecerán una capacidad que superará los 200 petaflops. Aunque sus creadores tienen previsto ir escalando esta potencia añadiendo hasta 10 nuevas salas de datos en el futuro, lo que permitirá convertir la instalación inicial en un gran supercomputador de nivel exaescala. Pero lo más innovador de estas instalaciones es que estarán alimentadas en su totalidad por energía solar y eólica, y sus diseñadores también están explorando la posibilidad de utilizar baterías de hidrógeno. Además, el enfriamiento se realizará empleando una tecnología de refrigeración líquida por inmersión de última generación, de la firma DUG.

El fundador y CEO de esta firma, Matt Lamont, ha declarado que “a medida que la demanda de HPC continúa creciendo exponencialmente en todo el mundo, debemos invertir en soluciones HPC rentables, libres de carbono y líderes en el mundo para nuestros clientes. Desarrollamos nuestro galardonado sistema de inmersión DUG Cool para reducir la huella energética de nuestros centros de datos. Tener la capacidad de utilizar esta tecnología a esta escala solidificaría el campus de Geraldton como el estándar mundial en HPC respetuoso con el medio ambiente”.

Según han informado los responsables de este proyecto, la construcción de este nuevo centro de supercomputación dará comienzo en el tercer trimestre de 2021, y se espera que la primera sala de datos comience a funcionar en la primera mitad de 2022. Esta primera etapa tendrá un coste estimado en 3,8 millones de dólares, una cifra que irá ascendiendo a medida que el proyecto vaya adquiriendo una mayor escala, aunque todavía no se ha especificado cuál será el coste final.

Otro punto a favor de esta iniciativa es que sus constructores quieren contar con trabajadores pertenecientes a la minoría Yamatji, los aborígenes originales de Australia, a quienes se ofrecería formación para diferentes puestos dentro de las instalaciones. Según explica Lamont en su anuncio, “este proyecto tiene implicaciones económicas, ambientales y sociales muy importantes. Estaríamos encantados de trabajar con la gente de Yamatji y muy orgullosos de brindar oportunidades de empleo y capacitación a la Australia regional y a los jóvenes indígenas”.