El crecimiento de la cadena de valor de Internet podría detenerse

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Los expertos de la GSMA alertan sobre los problemas que enfrenta la cadena de valor de Internet en el futuro cercano, que hasta ahora ha crecido a tasas de dos dígitos. Opinan que se están produciendo desequilibrios que podrían detener este progreso y, si los inversores en infraestructura no logran obtener los beneficios esperados, dejarán de invertir en la infraestructura necesaria para el crecimiento de Internet.

La economía digital está basada en Internet y millones de empresas utilizan la Red para brindar acceso a todo tipo de servicios a consumidores, empresas y gobiernos. Toda esta red se sustenta en una gran infraestructura tecnológica repartida por todos los puntos del globo, que existe gracias a los recursos que aportan los inversores en infraestructura. Estos han cosechado grandes beneficios de sus esfuerzos, logrando que la cadena de valor crezca a tasas de dos dígitos en las últimas décadas, pero los expertos alertan de que este crecimiento podría detenerse si no se abordan los desequilibrios del mercado.

Esta es la principal conclusión que se extrae del último informe GSMA 2022 Internet Value Chain, elaborado por la organización GSMA, vinculada a la industria de las comunicaciones móviles. En su informe advierten de que los desequilibrios del mercado entre los operadores de red y los proveedores de servicios online ponen en riesgo las perspectivas de crecimiento global en diferentes sectores de la economía basada en Internet. Por ello, recomiendan a los formuladores de políticas que consideren la independencia de los servicios online y otros sectores relacionados con el aumento de las inversiones en la infraestructura que sostiene Internet.

Los factores que la GSMA considera más problemáticos para el crecimiento de las inversiones en la infraestructura de Internet son las regulaciones y restricciones asimétricas, los impuestos específicos aplicados al sector y los costes del espectro de las telecomunicaciones. En su opinión, todos ellos están comprimiendo los modelos comerciales de los proveedores de infraestructura y, a la vez, haciendo que las grandes tecnológicas saquen más partido de Internet, convirtiéndose en los principales beneficiarios del ecosistema digital global.

En este documento, José María Álvarez-Pallete, presidente de la GSMA, explica que “Internet conecta a 4.600 millones de personas e impulsa la economía global. Está transformando los modelos comerciales, desbloqueando nuevas oportunidades y elevando las comunidades en todo el mundo. Pero a medida que prosperan algunos sectores en la cadena de valor de Internet, las demandas de invertir en la infraestructura de la que dependen esos sectores para el crecimiento están exprimiendo a los operadores de red”.

Los expertos de la GSMA destacan que los ingresos en toda la cadena de valor de Internet casi se han duplicado en los últimos cinco años, pasando de 3.300 billones de dólares en 2015 a 6.700 billones en 2020. Pero gran parte de este crecimiento se asocia a los servicios online, que solo en 2020 han incrementado sus ingresos en un 19%. Alertan de que la demanda de capacidad en las redes globales aumentará de forma explosiva a cauda del aumento de los servicios online de pago, cuyos ingresos pronto superarán el billón de dólares.

Mientras tanto, el número de usuarios de Internet ha crecido a una tasa anual del 7,5% y seguirá haciéndolo en el futuro, mientras que el tráfico por usuario ha aumentado un 27% anual, principalmente por el consumo de vídeo online, que representa un 80% del total. Pero el retorno de inversión de los operadores de red está muy por debajo, entre un 6% y un 11%. Además, esta investigación revela que los rendimientos promedio del capital aportado por los operadores de telecomunicaciones están por debajo del 10%, lo que dificulta que continúen con el ritmo de CAPEX que han mostrado hasta ahora, que ha llegado hasta el 20% de sus ingresos.

La concienciación sobre estos desequilibrios está aumentando, y Álvarez-Pallete celebra que los formuladores de políticas estén reconociendo el impacto que puede ocasionar este problema en el crecimiento de la economía basada en Internet durante la próxima década. Destaca especialmente que los factores que más perjudican el crecimiento de Internet son, entre otros, la gran complejidad de los requisitos normativos. Por ello, recomienda a los reguladores que consideren cuidadosamente las condiciones que imponen los impuestos y las regulaciones que lanzan. Asegurando que las empresas que invierten en infraestructura de Internet tengan incentivos para seguir destinando recursos a lo que sin duda es el pilar de la economía digital.