Tecnologías inteligentes y conectadas para facilitar la adopción de coches eléctricos

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Según una investigación reciente, los hogares con un coche eléctrico podrían incrementar el consumo diario de electricidad en hasta un 37%, como consecuencia de la carga de su vehículo. Por ello, a medida que avance la electrificación del transporte personal las redes eléctricas nacionales deberán esforzarse por implementar nuevas tecnologías de equilibrio de carga inteligente que proporcionen más flexibilidad y garanticen el suministro.

En muchos países se han establecido planes firmes para la eliminación de vehículos con motores de combustión interna (ICE), con el fin de alcanzar los objetivos de cero emisiones netas de carbono. Estos serán sustituidos paulatinamente por los vehículos eléctricos (EV), pero este cambio supone un incremento en el consumo de electricidad, tanto en la red general como en los propios hogares. Y los expertos destacan que, en muchos casos, estos planes gubernamentales no contemplan los retos que implica esta transición para el sistema energético, que deberá ser más flexible e inteligente.

Una investigación realizada por ABI Research revela que el consumo de electricidad diario de los hogares con un vehículo eléctrico que dispongan de su propio punto de carga podría aumentar en un 37%. Cree que la demanda máxima en los hogares pasará de entre 4 y 8 kWh a 11 kWh, generando nuevas cargas, formas y picos de consumo que no se han contemplado hasta ahora en los planes de recursos.

A esto se sumará el creciente uso de energía renovable intermitente, lo que elevará el riesgo de que se produzcan cortes de electricidad en los períodos pico, ya que muchas redes eléctricas no están preparadas para el aumento de demanda doméstica. Para resolver estos desafíos, los expertos dicen que se deben implementar soluciones de equilibrio de carga inteligente, que dotarían a las redes eléctricas de la flexibilidad necesaria para respaldar la adopción de vehículos eléctricos.

James Hodgson, analista principal de movilidad inteligente y automoción de ABI Research, explica que “si bien muchas regiones tienen suficiente energía eléctrica disponible para satisfacer la futura demanda de vehículos eléctricos, el suministro de energía no siempre está disponible cuando se necesita”. Menciona los problemas que están sufriendo ciertas regiones como Texas y California, en Estados Unidos,o China en su conjunto, donde se están produciendo graves desequilibrios en la red por el mayor uso de electricidad en las horas pico.

En opinión de Hodgson, “ante estos hechos, los OEM, los consumidores finales, los gobiernos, los operadores de red, las empresas de servicios públicos y otras partes interesadas en el suministro y la distribución de energía deben trabajar juntos para permitir una transición sin problemas de ICE a EV”. La industria se enfrenta a importantes cambios para modernizar la red eléctrica, pero están explorando soluciones alternativas de más fácil implementación, con un tiempo de respuesta más rápido.

La menos compleja y más eficaz es la carga inteligente, siempre que los cargadores estén conectados a los operadores de carga. Esto que permite aplicar estrategias como el uso compartido dinámico de energía, para controlar la electricidad disponible para los vehículos eléctricos enchufados, evitando que se exceda la capacidad máxima de energía de los puntos de carga. Y también la fijación dinámica de precios, que permite influir en el comportamiento del cliente modificando el precio del kilovatio-hora según el uso.

Como explican los expertos, cuando los cargadores y los vehículos están conectados a la red, los usuarios tienen la posibilidad de inscribirse en programas de respuesta a demanda y obtener reembolsos en las facturas de energía, así como otros incentivos financieros por cambiar los tiempos de carga de las horas pico a las horas valle. Y también por permitir que las empresas de servicios públicos controlen de forma remota el tiempo o la tarifa que se cobra a los vehículos eléctricos enchufados a la red.

Además, estas estrategias de carga inteligente se pueden combinar con el flujo de energía bidireccional para habilitar aplicaciones V2G, en las que las baterías de los vehículos almacenan el exceso de energía en las horas de menos actividad, convirtiéndose en recursos energéticos disponibles en las horas punta. Los expertos dicen que V2G proporciona un ROI claro para las flotas de vehículos comerciales, especialmente en los autobuses escolares, pero este modelo en el segmento del gran consumo todavía no ha demostrado su viabilidad.

En opinión de Hodgson, “a medida que la adopción de EV siga creciendo, también lo hará la dependencia de la energía eléctrica, y el aumento significativo del consumo máximo es preocupante. Por lo tanto, los actores del ecosistema deben colaborar para implementar herramientas para equilibrar la red y desarrollar y adoptar estándares para que estas herramientas estén ampliamente disponibles para los consumidores finales”.