Las empresas valoran la inteligencia artificial, pero son tímidas en su implementación

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Aunque las organizaciones valoran cada vez más las posibilidades que ofrece la inteligencia artificial, y sitúan esta tecnología como una prioridad digital, pocas han implementado una estrategia de IA para toda la empresa. Para lograrlo están trabajando en enfocar su ámbito de aplicación con los nuevos modelos de negocios basados en datos.

Una reciente encuesta elaborada por la consultora IDC muestra que la mitad de las organizaciones a nivel global consideran la inteligencia artificial como una prioridad, y un tercio se enfoca en desarrollar una cultura empresarial muy basada en la IA. Pero, al mismo tiempo, ha detectado que solo el 25% de las organizaciones ha sido capaz de desarrollar una estrategia integral de IA que abarque toda la empresa.

Según dijo Ritu Jyoti, vicepresidenta del programa de estrategias de inteligencia artificial en IDC, “Las organizaciones que adoptan la IA impulsarán mejores compromisos con los clientes y acelerarán las tasas de innovación, una mayor competitividad, mayores márgenes y empleados más productivos. Las organizaciones de todo el mundo deben evaluar su visión y transformar a sus personas, procesos, tecnología y preparación de datos para liberar el poder de la inteligencia artificial y prosperar en la era digital”.

Según IDC, los principales impulsores de las iniciativas de inteligencia artificial en las empresas son mejorar la productividad, la agilidad empresarial y la satisfacción del cliente a través de la automatización, junto con la capacidad de acelerar el lanzamiento de nuevos productos y servicios. Por otro lado, los principales frenos en la adopción de la inteligencia artificial son el coste, la falta de personal cualificado y los problemas vinculados al sesgo de los datos.

En este informe se incluyen otros datos interesantes, como que más del 60% de las organizaciones han reconocido que la adopción de IA está implicando cambios en sus modelos de negocio, y que el principal ámbito de aplicación de la IA actualmente está en las operaciones de TI, seguido por el servicio al cliente y la gestión de riesgos y fraude.

Además, IDC indica que está creciendo la preocupación por la confianza, la ética y el sesgo de la inteligencia artificial. En este sentido, casi el 50% de las organizaciones afirman tener un marco formal para regular las consideraciones de tipo ético y el sesgo en el tratamiento de la información por parte de la IA. Y un 25% ya ha creado un puesto directivo dedicado a garantizar el cumplimiento de los preceptos establecidos para el uso de la inteligencia artificial.

Un problema que han detectado los analistas de IDC es que la mayoría de organizaciones están sufriendo fallos en sus proyectos de inteligencia artificial. En concreto, un 25% ha reconocido que experimentan una tasa de fallos del 50%, debido en su opinión a la falta de personal cualificado para trabajar en los ámbitos vinculados a la IA.

En opinión de Jyoti, “Para muchas organizaciones, el rápido aumento de la transformación digital ha llevado a la IA a lo más alto de la agenda corporativa. Sin embargo, a medida que la IA se acelera hacia la corriente principal, las organizaciones deberán tener una estrategia de IA efectiva alineada con los objetivos comerciales y los modelos comerciales innovadores para prosperar en la era digital”.