Nace un vehículo autónomo para mejorar el reparto de paquetes

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Durante el gran evento británico Goodwodd Festival os Speed, los asistentes han podido ver en persona la propuesta más novedosa que pretende revolucionar el reparto de paquetes. Se trata de un vehículo autónomo de reducidas dimensiones que funcionará mediante un sistema similar a Uber, permitiendo a los clientes recibir sus pedidos de forma más flexible.

El sector logístico se encuentra con muchas dificultades para cumplir los plazos de entrega en la fase final de los envíos, lo que se denomina la “última milla”, ya que los clientes demandan no solo rapidez, sino flexibilidad. Porque cuando el paquete llega fuera del horario previsto, incluso con las empresas de mensajería que mejor trabajan, se causa un trastorno a los clientes, lo que afecta negativamente a la imagen del transportista.

En el contexto actual, en el que el eCommerce está sustituyendo al comercio tradicional como principal motor de ventas del sector retail, se hace preciso avanzar en el apartado de la logística, y los retos a afrontar son muchos. En lo que coinciden todos los expertos es en que hay que aplicar las nuevas tecnologías para optimizar todos los procesos, desde la gestión inteligente del inventario a la entrega final, pasando por mejorar el seguimiento de los artículos a lo largo de toda la cadena de suministro.

En los primeros pasos de este proceso se están implementando nuevas tecnologías que van a mejorar la eficiencia y el control de los activos, pero en el último eslabón de la cadena se plantean numerosas dificultades, y la mayoría se refieren a la eficacia de las entregas en esa última milla. Porque los usuarios finales, acostumbrados a la dinámica rápida de la vida digital, no quieren esperar para recibir sus compras, ni mucho menos tener que comprometer su disponibilidad para esperar a que un paquete les llegue a su domicilio o a su lugar de trabajo.

La solución a muchos de estos problemas puede estar en los vehículos autónomos dedicados especialmente al reparto de pedidos, y algunas importantes firmas como Amazon ya están trabajando en ello, con planes para usar drones y vehículos terrestres autónomos, aunque estas iniciativas todavía no han madurado mucho. De hecho, su proyecto piloto en una localidad de reino unido se basa en una suerte de “cajón con ruedas” que lleva la compra a los domicilios.

Pero otras empresas están apostando por el concepto de vehículos autónomos para el reparto de mercancías, y hace unos meses se presentó la propuesta Kar-go, desarrollada por la Academy of Robotics. Se trata de un pequeño coche autónomo, con diseño muy futurista y atractivo, que llevaría los paquetes a su destino de forma más eficiente que mediante las clásicas fórmulas de reparto. Este coche se ha podido ver en persona durante el reciente evento Goodwood Festival of Speed, celebrado en Reino Unido, donde los asistentes han podido conocer en persona esta revolucionaria propuesta.

Y su interés no está tanto en que sea capaz de moverse sin conductor, sorteando el tráfico con más facilidad debido a su tamaño reducido, sino en el servicio que le acompaña. Porque sus creadores plantean una solución al estilo de Uber, que permitiría al cliente programar la recepción de sus compras de forma flexible, adaptando el momento de la entrega a sus preferencias de forma altamente flexible.

Por ahora es pronto para que se puedan ver soluciones como esta en las calles, pero la industria está mostrando un enorme interés en propuestas de esta naturaleza, ya que les proporcionan numerosas ventajas, tanto para reducir costes como para mejorar la experiencia del cliente. Esto es cada vez más importante para los modelos de negocio digitales y muy especialmente para el sector del comercio minorista, donde la competencia es feroz y uno de los factores diferenciadores es precisamente la experiencia del cliente.