Estados Unidos evaluará a las empresas extranjeras de telecomunicaciones que operan en el país

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La estrategia agresiva de Estados Unidos contras las empresas tecnológicas extranjeras no se limita a China, aunque su conflicto comercial les ha dado una buena excusa para comenzar a imponer restricciones. Ahora, la Casa Blanca ha creado un comité para evaluar a la participación de empresas extranjeras en el ámbito de las telecomunicaciones, que podría tener un serio impacto en la industria, lo que está generando mucha polémica.

Resulta casi previsible que los gobiernos más reaccionarios, y el que tiene actualmente Estados Unidos lo es, aprovechen las peores crisis para implantar las medidas más cuestionables, incluso para sus propios dogmas. Esto se está viendo en muchos lugares, pero donde es más notorio es en la administración de Donald Trump, que aprovecha cualquier excusa para poner restricciones a empresas extranjeras que, en muchos casos, superan en sus respectivos campos a sus homólogos estadounidenses.

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Esto ha sido lo que les ha llevado a restringir al mínimo los negocios con empresas chinas como Huawei o ZTE, entre otras, unas medidas que ahora quieren trasladar al resto de empresas de telecomunicaciones y TI extranjeras que operan en su país. Esta nueva acción cuenta con el apoyo de algunas figuras destacadas, como es Ajit Pai, presidente de la FCC, quien dijo: “aplaudo al Presidente por formalizar la revisión de Team Telecom y establecer un proceso que permitirá al poder ejecutivo proporcionar su aporte experto a la FCC de manera oportuna”.

Añadió que “ahora que se ha emitido esta Orden Ejecutiva, la FCC avanzará para concluir nuestra propia reglamentación pendiente sobre la reforma del proceso de revisión de la propiedad extranjera”. El denominado “Team Telecom” es un comité financiado por el Departamento de Justicia, que se encargará de gestionar las solicitudes de licencia de las empresas extranjeras, y tendrá potestad para rechazar o denegar definitivamente una licencia, así como para imponer condiciones a la concesión de las licencias. Estas podrían ser imponer el cumplimiento de medidas de mitigación, modificaciones de una licencia en base al cumplimiento de dichas condiciones o la revocación de las licencias previamente otorgadas.

Esto pone otra medida de restricción implícita para las empresas extranjeras, en lo que supone un paso más en la estrategia de cierre de filas que Estados Unidos está haciendo para reforzar su propia industria tecnológica. Pero no todos los miembros de esta industria están conformes con las medidas impuestas hasta la fecha, ya que las dificultades y sobrecostes de trabajar con empresas de fuera de EEUU resta agilidad a muchas industrias estadounidenses, ya que muchos componentes empleados en las tecnologías de las empresas más famosas del país no son precisamente nacionales, y de momento deben importarse de otros países, principalmente asiáticos.