Las tecnologías personales dan el salto a las empresas (I)

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Muchas de las innovaciones tecnológicas que actualmente se emplean en los negocios no tienen su origen en las empresas, sino que provienen del entorno de consumo. En otras ocasiones, antes de extenderse por ámbito profesional han evolucionado gracias a sus aplicaciones para un uso personal, y actualmente hay una serie de nuevas tecnologías que están siguiendo este camino, pasando de formar parte de la vida digital de las personas a ser una herramienta fundamental para los negocios.

Se tiende a pensar que las necesidades de las empresas o los gobiernos son los principales motores de la innovación tecnológica, pero no siempre es así. De hecho, otra de las vertientes de la investigación y el desarrollo se centra en crear productos de consumo más atractivos, sencillos o con funciones más interesantes para el usuario. Y, de este campo de pruebas que es la tecnología de uso personal nacen innovaciones disruptivas que posteriormente encuentran su ligar en ámbitos como la industria, los negocios o los servicios públicos.

En ocasiones es intencionado, ya que ciertas tecnologías no logran captar la atención del entorno empresarial y sus creadores optan por enfocarlas hacia el gran consumo para rentabilizar su desarrollo. Posteriormente, si alcanzan el éxito entre los consumidores, las empresas aprovechan su potencial y buscan aplicaciones más específicas dentro de su ámbito. Pero otras veces es algo casual, y tecnologías específicamente diseñadas para un uso personal o académico acaban convirtiéndose en una herramienta fundamental para las personas, generando una oleada disruptiva que obliga a las empresas a adaptarse a la nueva realidad, adoptándolas para no quedarse atrás frente a la competencia.

En la era digital en la que vivimos la innovación tecnológica se está produciendo a gran velocidad en muchos frentes distintos, y se pueden ver numerosos ejemplos de innovaciones provenientes del ámbito personal que ya son herramientas clave para los negocios en el siglo XXI. Como muestra de ello se pueden mencionar las redes sociales o las aplicaciones colaborativas, que ya forman parte de las herramientas de trabajo y de comunicación interna y externa de todas las organizaciones. Pero hay otras más avanzadas que evolucionaron gracias a su éxito entre los consumidores, y que están revolucionando la forma de entender el espacio de trabajo y los negocios.

La consultora Gartner, en uno de sus últimos informes, incluyó algunas de ellas en una lista con las principales tecnologías personales que ayudarán a potenciar los negocios digitales en los próximos años. En opinión de Annette Jump, analista senior de Gartner, “Se está produciendo mucha innovación en el espacio de la tecnología personal, y muchas empresas tienen una variedad de iniciativas digitales vinculadas con el desempeño y el comportamiento personal”. Y con tecnologías personales se refería a aquellas vinculadas a las personas, no solo las que son de uso estrictamente personal. Apuntó que esta innovación “permitirá que las tecnologías personales desempeñen un inmenso papel en la conducción y el soporte de los negocios digitales”, pero puntualizó que, para alcanzar el éxito en esta estrategia las, tecnologías personales deben aplicarse para respaldar los casos de uso de negocios vinculados al cliente final.

 

Inteligencia artificial y aprendizaje automático

El concepto de la inteligencia artificial tuvo su origen a principios del siglo XX, dentro del ámbito académico, y su popularización estuvo muy relacionada con la ciencia ficción, que a través de innumerables obras ha ido explorando las implicaciones que podría tener la existencia de una inteligencia cibernética. Las toneladas de material literario que se han ido generando desde entonces ha servido en gran medida para prepararse ante la gran disrupción que supondría aplicar la IA en la vida real, algo que ya está sucediendo. A falta de una tecnología capaz de hacerla realidad, la comunidad científica ha ido trabajando en cómo se podría crear a nivel teórico la primera inteligencia artificial. Y, en cuanto la industria ha sido capaz de crear los primeros sistemas tecnológicos capaces de albergar formas elementales de IA, se le han empezado a encontrar aplicaciones tanto en ámbitos de consumo como en los negocios.

Por ahora, las actuales formas de IA no se parecen a la mentalidad de los humanos, y de su enfoque y aprendizaje previo dependerá su capacidad para aportar inteligencia a la información. Por un lado, las empresas están apostando por formas de IA dedicadas a comprender mejor y más rápido determinados tipos de información, con el objetivo de mejorar la inteligencia de negocio, o de crear modelos de automatización altamente avanzados, capaces de gestionar equipamiento electrónico y mecánico en industrias de todo tipo. Pero en el ámbito del gran consumo la IA tiene mucho que decir, ya que se está convirtiendo en la base de numerosas tecnologías digitales que persiguen facilitar la vida de las personas y la interacción con las plataformas digitales. Para lograrlo recopilan y tratan de comprender mejor el comportamiento de las personas, ayudándoles a encontrar soluciones a sus necesidades.

Y, tanto en un ámbito como en el otro, la inteligencia artificial está destacando en una de sus vertientes, que es el aprendizaje automático, o machine learning. Esta disciplina trata de extraer conocimientos y patrones en base a la observación, capacidades que están potenciando su desarrollo tanto en las industrias muy vinculadas a los datos como en aplicaciones relacionadas con la interacción entre las personas y las máquinas. Los expertos señalan que las diferentes formas de IA van a progresar con inusual rapidez en los próximos años, impulsando nuevas formas de interacción entre las personas y el mundo digital, y proporcionando un automatismo inteligente en gran variedad de industrias.

 

Asistentes virtuales inteligentes

De la mano de la inteligencia artificial, o más bien de una idea primitiva de lo que sería una IA, nació el concepto de asistente virtual (VA). Se trata de una suerte de mayordomo digital, capaz de entender las órdenes emitidas por una persona y de poner en marcha los sistemas necesarios para cumplirla. Para ello se combinan numerosas tecnologías que convergen para hacer realidad la idea de una máquina virtual a la que preguntas y responde, a la que le pides algo y lo consigue. Por un lado, está el Procesamiento de Lenguaje Natural (PNL), que es capaz de entender las órdenes de voz de las personas en diferentes idiomas, acentos y tonos. Por otro, una inteligencia artificial elemental, que va aprendiendo con el uso. Y, además, de un alto nivel de automatización y conexión con diversos servicios digitales, de forma que el asistente virtual sea capaz de interactuar con diversos ecosistemas digitales para cumplir las órdenes del usuario.

Más allá de sus orígenes en la ciencia ficción, los primeros asistentes virtuales que se conocieron y popularizaron fueron los sistemas de reconocimiento de voz implementados por firmas como Apple, que desarrolló Siri, o de Microsoft, con Cortana (nombre proveniente de la IA de la popular saga de videojuegos Halo). Estos sistemas, que actualmente han evolucionado mucho, eran capaces de entender órdenes de voz simples de los usuarios de ordenadores o teléfonos móviles, facilitándoles tareas como abrir y usar aplicaciones, realizar búsquedas en Internet o activar determinados servicios.

Desde su lanzamiento otras grandes compañías como Google o Amazon han creado sus propias versiones de asistente virtual enfocadas al gran consumo, que están proliferando en los dispositivos móviles y en determinados gadgets para el nuevo concepto de hogar digital. El objetivo es un entorno digital que va mucho más allá que la domótica tradicional, en el que dentro del hogar todo irá informatizándose y automatizándose. Gracias a esto, el usuario solo tendrá que hablar con su asistente virtual para realizar tareas como encender y apagar las luces, programar electrodomésticos, acceder a servicios online como vídeo o música por streaming, poner las noticias e, incluso, realizar compras por internet.

Y, mientras este concepto de asistente personal virtual se va expandiendo, compañías como Amazon ya han lanzado una versión especialmente diseñada para los entornos empresariales, que poco a poco va ganando adeptos ya que facilita determinadas tareas diarias de personal como los ejecutivos. Por ahora se encarga principalmente de trabajos relacionados con la agenda y las comunicaciones, pero se espera que este tipo de VA vaya adquiriendo competencias hasta actuar como intermediario entre los trabajadores y la infraestructura y servicios subyacentes de la organización.

 

Tecnologías de visualización inmersiva

Con la llegada de los sistemas de realidad extendida (realidad virtual y aumentada), los sueños de los amantes de la ciencia ficción se han materializado en una tecnología útil para las personas. Tras un primer escarceo infructuoso de la industria del entretenimiento con el cine y los videojuegos en 3D, y también con los primeros entornos virtuales como Second Life, la realidad virtual se ha posicionado como una tecnología con futuro, más allá del “hype” inicial. Las gafas de realidad virtual (VR) han ido mejorando y diversificando su mercado, que inicialmente se estaba circunscrito al ámbito de los videojuegos, con una participación pequeña en unas pocas industrias. Actualmente, gracias a la mejora de rendimiento, el descenso de los precios y el desarrollo de nuevas aplicaciones profesionales, los sistemas de realidad extendida se están expandiendo a diferentes industrias, ayudando a agilizar y optimizar determinados trabajos, como la supervisión de procesos, el mantenimiento mecánico y electrónico, las comunicaciones o el diseño asistido por ordenador en trabajos de ingeniería. Y los expertos pronostican que en la próxima década los casos de uso irán creciendo, a medida que las industrias evolucionen sus ecosistemas digitales.