Los ciberdelincuentes aprovechan el coronavirus para ampliar su campo de acción

El temor al contagio en una epidemia lleva a las personas a actuar de forma irracional en muchos casos, tomando decisiones inadecuadas que no se corresponden con su forma habitual de actual. Por ejemplo, realizar compras masivas de alimentos con el fin de acaparar recursos o realizar saqueos, en los casos más extremos. En lo que se refiere al uso de las tecnologías, este comportamiento se traduce en descuido e incumplimiento de las buenas prácticas en materia de ciberseguridad.

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Porque muchas personas pierden la cautela natural cuando reciben mensajes que parecen contener información sobre la enfermedad o su propagación, y en muchos casos los abren sin pensar siquiera en que puedan contener malware. Y esto es precisamente lo que está sucediendo a raíz de la expansión del coronavirus, especialmente en países como España, donde las últimas noticias muestra un avance de la enfermedad, con nuevos casos en provincias altamente pobladas, como Madrid.

Esto es el caldo de cultivo perfecto para muchos problemas, y los expertos en ciberseguridad alertan de que las infecciones de malware están propagándose con rapidez, aprovechando los titulares de la prensa. Según los últimos informes de los principales proveedores de seguridad informática, se está multiplicando la propagación de malware a través del correo electrónico, los mensajes de phishing y otras vías convencionales de infección.

Además, se destaca el efecto que están teniendo programas maliciosos como corona.exe, un malware que se está propagando con rapidez, y que permite a los delincuentes robar las credenciales de inicio de sesión y los datos de tarjetas de crédito de los usuarios. Se trata de una variante de la familia de spyware AzorUlt, capaz de robar información vital y de descargar e instalar malware adicional con otras capacidades.

Por ello, los expertos de la industria de ciberseguridad instan a la población y a las empresas a que extremen las precauciones y refuercen las políticas de ciberseguridad y las mejores prácticas de seguridad entre sus empleados. Solo así podrán estar mejor protegidos frente a los crecientes riesgos de robo de datos que conlleva la explosión de información sobre la epidemia, que en muchos casos contiene malware muy peligroso.