Las empresas recurren a la nube para volver a la normalidad, pero necesitan más seguridad

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Recuperarse de la crisis es el objetivo principal de las empresas, y la mayoría está buscando formas de reducir los costes, y para ello están recurriendo a los servicios en la nube, incluso a múltiples nubes. Pero, en opinión de los expertos, las estrategias tradicionales se quedan cortas, y las empresas necesitan soluciones que permitan una mayor orquestación, capacidades de gestión y, sobre todo, seguridad.

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La ralentización económica que se ha generado a causa de la pandemia ha llevado a muchas empresas a una situación complicada, y ahora su objetivo es recuperar la normalidad lo antes posible. Para lograrlo necesitan optimizar los costes al máximo, y las tecnologías de la nube suponen una ayuda indispensable para horrar costes en ciertas tecnologías, algo que según los expertos podría llevarles a suavizar e, incluso, aplanar la curva de desaceleración.

Así lo han expresado los analistas de IDC y los expertos de la firma de seguridad Check Point, en un evento realizado recientemente, que han denominado “Seguridad en nube pública en el escenario actual post-COVID”. Durante este encuentro los expertos comentaron que para el 80% de las empresas las ventas se han reducido al 30%. Pero ante esta complicada situación muchas empresas se están volviendo hacia la tecnología, y solamente un 43% prevé reducir el gasto en TI por debajo de las previsiones para este año.

Comentan que esta nueva normalidad está consolidando el nuevo modelo de TI que se adoptó para mantener las operaciones durante el confinamiento, lo que ha impulsado las estrategias multicloud, lo que supone tener datos y aplicaciones en diferentes nubes a la vez. Y esta diversidad de escenarios requiere de mayores capacidades de orquestación, gestión y seguridad. Como explica José Antonio Cano, director de análisis de IDC, “en IDC Research España estamos comprobando que las empresas están realizando una mayor previsión de gasto para estabilizar la nueva digitalización y la seguridad aparece como un pilar fundamental”.

En su opinión, las organizaciones se enfrentan a tres retos fundamentales, que son mejorar la eficiencia operativa de la organización, asegurar la continuidad del negocio y reducir los costes de funcionamiento. Y, para superarlos se requiere un modelo de TI que garantice la seguridad y la privacidad de la información, muy diferente de los usados tradicionalmente, antes de que la nube estuviese tan presente en el ámbito empresarial.

IDC Research España señala que, como resultado, el mercado de ciberseguridad se ha fortalecido durante la pandemia, y seguirá creciendo con más fuerza durante el período de la “nueva normalidad”. Sus estimaciones son que el gasto en ciberseguridad en España será un 6% más alto este año que en 2019, pudiendo llegar a unos 1.381 millones de dólares. Y estiman que seguirá aumentando a una tasa interanual compuesta (CAGR) del 5,8% hasta 2022, destacando los servicios de seguridad gestionados, que podrían ver crecimiento de incluso el 27%.

Como explica Mario García, director general de Check Point para España y Portugal, “la crisis generada por la COVID-19 ha provocado un cambio radical en los entornos de trabajo, lo que ha impulsado una migración masiva hacia entornos cloud. Sin embargo, las compañías están encontrando muchas dificultades para hacerlo de forma exitosa y, sobre todo, segura. En este sentido, se ha producido un crecimiento muy significativo en la demanda de soluciones de seguridad centradas en proteger la nube, que en la actualidad se han configurado como un pilar fundamental para las empresas”.

Esto lleva a que las empresas se hayan planteado incrementar el gasto en IaaS y SaaS, y no solo en España, sino en Europa. Según IDC, el 58% de las organizaciones de Europa Occidental esperan mantener o aumenta el gasto en IaaS este año, mientras que en España el porcentaje es del 64%. Al mismo tiempo, los modelos de responsabilidad compartida están ganando peso y, por ello, desde IDC destacan que cualquier solución de seguridad ha de incluir tres cosas fundamentales. Estas son la integración nativa, una protección amplia y capacidades de gestión y automatización. Porque, según Cano, “mover cargas de trabajo y datos a la nube pública significa que la responsabilidad de seguridad se va a compartir entre el proveedor y la empresa”.