Tendencias en ciberseguridad para las tecnologías emergentes más innovadoras

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A medida que la tecnología evoluciona con la introducción de innovaciones disruptivas, como la biotecnología o la inteligencia artificial, se generan nuevos riesgos en materia de ciberseguridad. Para abordarlos también es vital apostar por la innovación, y los expertos identifican tres tendencias fundamentales que permitirá cerrar las nuevas brechas de seguridad en el futuro.

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La evolución tecnológica que llega de la mano de la cuarta revolución industrial exige nuevas capacidades de procesamiento y almacenamiento de información, pero también de seguridad, ya que los datos que se manejan son cada vez más críticos. Según los expertos, este desarrollo está proporcionando nuevas tecnologías que hasta hace poco eran materia de la ciencia ficción, como la inteligencia artificial, la robótica, los vehículos autónomos o la biotecnología. Esto proporciona numerosas ventajas, pero también incrementa los riesgos de ciberseguridad y, según los expertos de la firma Exein, en el futuro este campo tecnológico se desarrollará siguiendo tres tendencias principales.

Bioseguridad

El año pasado una compañía de investigación médica lanzó el primer computador que se instala en el cerebro de un animal, lo que constituye el primer paso sólido en el desarrollo de interfaces neurales avanzadas. Esto se acerca mucho a la idea del transhumanismo, que promete mejorar las capacidades del ser humano a través de la implantación de tecnología en el cuerpo. Esto tiene numerosas aplicaciones en el campo de la medicina, para ayudar a combatir enfermedades y discapacidades de diversa índole.

Pero también implica nuevos riesgos en materia de ciberseguridad, que los científicos e ingenieros deberán abordar para garantizar que el uso de estas tecnologías es seguro. Ya se han descrito ciertas vulnerabilidades que afectan a ciertos dispositivos médicos, pero con la llegada de la neurotecnología se plantea la posibilidad de la manipulación de los datos en el propio cerebro humano, un problema que acompañará al desarrollo de interfaces neurales que sirven de puente entre la tecnología y la neurología.

Ciberseguridad cuántica

El desarrollo de la computación cuántica supone la mayor disrupción que se ha producido en el campo de la informática desde su origen, y trae consigo numerosas ventajas, pero también grandes riesgos. Porque un ordenador cuántico podrá superar con relativa facilidad los sistemas de cifrado tradicionales, por seguros que sean. Por ello, los expertos llevan tiempo alertando de que se necesitan lo que denominan tecnologías de seguridad postcuántica, basadas en modelos matemáticos y criptográficos diseñados para la computación cuántica.

Los expertos anticipan que los ordenadores cuánticos se van a utilizar para las aplicaciones más avanzadas, que se alimentan de enormes volúmenes de datos. Por ejemplo, la investigación y atención médica, el modelado del clima, la energía, la inteligencia artificial e, incluso, la defensa. Aún faltan varias décadas para que se generalice el uso de esta tecnología, pero los expertos anticipan que mucho antes se desarrollarán nuevas tecnologías de ciberseguridad cuántica para garantizar la seguridad de estos nuevos entornos informáticos.

Seguridad integrada

La seguridad por software es fundamental en los ordenadores y en cualquier otro aparato electrónico con capacidad de computación, desde smartphones a dispositivos IoT, pero en muchos casos no es suficiente. Por ello, se está expandiendo el uso de sistemas de seguridad integrados en el propio firmware e, incluso, en el hardware, algo que anteriormente solo se encontraba en ciertas categorías de equipos de uso empresarial. Esto responde a la necesidad cada vez mayor de proteger las redes y los dispositivos en industrias como la salud o la fabricación, pero también es una tendencia creciente en el campo de los dispositivos móviles, los ordenadores y casi cualquier dispositivo conectado.

Este concepto se basa en hacer seguros los dispositivos desde dentro hacia afuera, lo que permite detectar las amenazas antes de que lleguen a infectar los equipos. Los expertos esperan que este enfoque se expanda rápidamente en los próximos años, acompañando la creciente implementación de dispositivos IoT en nuevas industrias. Debido a que los dispositivos conectados suman posibles puntos de ataque para los ciberdelincuentes, los fabricantes están obligados a garantizar la seguridad de las redes IoT, y el enfoque más adecuado para los expertos es el de la seguridad integrara, algo que también se puede reforzar a través de software adicional.