La integración de sistemas se expande acompañando a la transformación digital

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El proceso de transformación digital se acelera a raíz de la crisis del año pasado, un factor que sigue presente este año, empujando a las hacia la digitalización para lograr recuperarse y posicionarse con fuerza frente a la competencia. Este proceso se está llevando a cabo con menos prisa que el año pasado, pero en cualquier caso implica la adopción de nuevas tecnologías que añaden complejidad a la TI empresarial, como la computación en la nube y la automatización.

Una adecuada integración de todas estas tecnologías permite a las organizaciones mejorar la eficiencia de los sistemas heredados y reducir los costos operativos de administrarlos por separado. Conectando todos los sistemas en una plataforma centralizada se facilita la disponibilidad de datos en tiempo real, mejorando la toma de decisiones. Como explican en un reciente estudio publicado por Global Market Insights, las organizaciones de todo el mundo están recurriendo a la integración de sistemas para reducir la complejidad empresarial a través de la virtualización, una forma de orquestar los sistemas que mejora la eficiencia, la flexibilidad y la utilización de los recursos de hardware.

Esto está dando fuerza al mercado de integración de sistemas, que según los expertos el año pasado generó unos ingresos de 330.000 millones de dólares, un valor que seguirá aumentando a una CAGR del 8,5% entre 2021 y 2027. El motor principal de crecimiento está siendo la rápida centralización y digitalización de los procesos comerciales que las empresas están llevando a cabo para optimizar las operaciones en una sola plataforma. La pandemia ha provocado una ligera disminución de este mercado a lo largo de la primera mitad de 2020, pero esta tendencia comenzó a cambiar a partir del tercer trimestre, cuando las empresas replantearon sus estrategias para consolidar las tecnologías que han adoptado a raíz de la crisis.

Uno de los campos donde la integración de sistemas está dando grandes pasos es en el de sistemas de gestión de edificios (BMS), donde los expertos prevén un crecimiento sólido, animado por la necesidad de administrar mejor los servicios y por las nuevas regulaciones que se han aprobado en regiones como la Unión Europea, donde las autoridades quieren impulsar la eficiencia energética en un 32,5% para el año 2030, a través de la mejora de servicios públicos de diversa naturaleza, desde el suministro eléctrico y la calefacción/enfriamiento al acceso a Internet y otras tecnologías que están expandiéndose en las ciudades y edificios inteligentes.

En otras regiones como Asia, la integración de sistemas progresará más en sectores como el de la industria manufacturera, con ejemplos destacados en Japón, donde los principales fabricantes representan el 15% de este mercado. Estas compañías están aplicando la integración de sistemas para controlar y optimizar al máximo todos los procesos, mejorando la calidad, acelerando la productividad y reduciendo los costos. Esto abarca desde el diseño hasta la fabricación de productos finales, en lo que intervienen sistemas de Gestión de Ciclo de vida del Producto (PLM), Sistemas de Ejecución de la Fabricación (MES) y Gestión de Recursos Empresariales (ERP).