La sanidad europea adoptará un modelo de telesalud basado en las nuevas tecnologías

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La atención sanitaria europea va a cambiar radicalmente en los próximos años, ya que la pandemia ha revelado la necesidad de contar con servicios de telesalud más eficientes, ágiles y accesibles. La industria y los gobiernos están reaccionando, y se espera que en los próximos cinco años este mercado crecerá a una CAGR del 29,4%, impulsado por la adopción de sistemas basados en la inteligencia artificial, los dispositivos de monitorización remota, la conectividad móvil, la nube y otras tecnologías de vanguardia.

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Desde los inicios de la pandemia el sector sanitario de la mayor parte de Europa ha tenido que enfrentar grandes dificultades para seguir proporcionando atención primaria a los ciudadanos sin elevar el riesgo de contagio en los centros de salud y los hospitales. La solución para enfrentarse a posibles crisis pasa por establecer servicios eficientes de atención sanitaria a distancia, porque los modelos tradicionales de telesalud se han demostrado ineficaces. Y esto supone adoptar soluciones basadas en las nuevas tecnologías que puedan ayudar a proporcionar la atención que necesitan los pacientes.

Los expertos de Frost & Sullivan constatan en un reciente informe que el uso de la telemedicina se ha disparado a causa de la pandemia, pero todavía queda mucho camino por delante. Durante las primeras etapas de la pandemia apenas se aplicó este modelo en muchos países, pero a medida que pasaron los meses se desarrolló un ecosistema de atención sanitaria a distancia, aunque en muchos casos todavía muy básico y poco efectivo. Aún así, estas iniciativas se mostraron esenciales para los pacientes con enfermedades crónicas o los que necesitaban atención urgente, lo que indica claramente la necesidad de mejorar setos servicios.

Por ello, los expertos están convencidos de que en los próximos cinco años el mercado de telesalud en Europa va a crecer a una CAGR del 29,4%, pasando de los 4.410 millones de dólares registrados en 2019 a unos 20.700 millones en 2026, lo que supone multiplicar el valor por 4,5. Para Chandni Mathur, analista industrial senior de sanidad y ciencias de la vida en Frost & Sullivan, “la creciente demanda de herramientas y servicios centrados en el consumidor en el sistema sanitario europeo está llevando al desarrollo de nuevos modelos de negocio”.

Y no solo eso, sino que esperan que los servicios de telesalud modernos están evolucionando a través de la adopción de tecnologías avanzadas que aportan datos de salud, conexión telemática a los servicios médicos, más seguridad para la información sanitaria y procesamiento avanzado de la información para mejorar el diagnóstico. Estas son principalmente la inteligencia artificial, la realidad virtual, blockchain, Internet de las Cosas Médicas (IoMT), los wearables, la computación en la nube y, en breve, las comunicaciones 5G, que los expertos identifican como el gran habilitador de la telemedicina del futuro.

Como explica Mathur en su informe, “desde la perspectiva del tipo de producto, las visitas virtuales liderarán el mercado general de telesalud, registrando un crecimiento con una asombrosa tasa de crecimiento anual compuesto del 41,2% durante el período de pronóstico, seguido de la monitorización remota de pacientes (RPM) con un 20,4%. Además, mhealth y los sistemas de respuesta a emergencias personales (PERS) también contribuirán significativamente al mercado, incrementando sus ingresos a una CAGR del 27,5% y 7,7%, respectivamente”.

Ante esta perspectiva de crecimiento general se abren nuevas oportunidades para los proveedores de tecnología y servicios vinculados a la telesalud, y los expertos de F&S les recomiendan tener en cuenta varias líneas de acción principales. La primera es la salud del comportamiento, un campo en el que recomiendan asociarse con proveedores de soluciones y compañías farmacéuticas enfocadas en ofrecer soluciones terapéuticas digitales.

Otro punto importante es la monitorización remota de los pacientes, donde aconsejan centrarse en estandarizar los datos recopilados por los sistemas RPM y las aplicaciones móviles, lo que permitirá proporcionar diagnósticos y tratamientos adecuados a las necesidades de los pacientes. Además, para proporcionar un buen servicio es fundamental mejorar las comunicaciones entre médico-médico y médico-paciente, así como el intercambio de información y la integración con registros médicos electrónicos (EMR), campos en los que se esperan grandes avances en los próximos años.

Finalmente, los expertos destacan que el ecosistema de wearables va a evolucionar mucho en los próximos años, con la llegada de nuevas herramientas que permitirán obtener datos más completos y fiables sobre el estado físico del paciente en tiempo real. El objetivo es realizar un seguimiento constante de las condiciones físicas de los pacientes, lo que proporciona datos de gran valor para diagnosticar muchas enfermedades sin que las personas tengan que acudir al médico en persona. En este campo queda mucho trabajo por hacer, pero se plantean grandes oportunidades para los fabricantes de wearables, los proveedores de servicios vinculados a estos datos y para las instituciones del sector sanitario.