El sector de la salud busca más protección para los datos a raíz de la pandemia

  • Seguridad

Entre los datos más sensibles que generan las personas están los relacionados con su salud, y las organizaciones de la industria sanitaria tiene la obligación de protegerlos ante cualquier amenaza. Esta cuestión ha ganado mucha relevancia a raíz de la pandemia, ya que las organizaciones del sector sanitario han acelerado la digitalización para mejorar la atención a los pacientes y adquirir más conocimiento sobre la enfermedad, una tendencia que va a seguir progresando en el futuro.

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La pandemia ha obligado a las organizaciones del sector de la salud a reinventarse, y muchas han recurrido a las nuevas tecnologías para incrementar su conocimiento y mejorar la atención a los pacientes, no solo de coronavirus. Este acelerón en las iniciativas de digitalización es solo la punta del iceberg de una transformación muy profunda, que está revelando ciertas debilidades heredadas del sector sanitario.

Una de las más notorias es la seguridad, ya que los sistemas tradicionales o estaban desconectados, o pertenecían a redes muy cerradas, donde los riesgos de seguridad eran relativamente pocos. Pero la digitalización, la integración de dispositivos conectados y otras tecnologías como la inteligencia artificial o el aprendizaje automático han abierto nuevas brechas potenciales de seguridad.

Según una reciente investigación realizada por GloblData, aunque entre un 5% y un 10% del presupuesto de TI se gasta actualmente en ciberseguridad en esta industria, todavía existen ciertas barreras importantes que limitan la capacidad de protección dentro del sector. Por ejemplo, la necesidad de garantizar el cumplimiento normativo sobre protección y privacidad de los datos, o el lento progreso de integración de los mecanismos de autentificación multifactor.

Para Kamilla Kan, analista médico de GlobalData, “varias instalaciones sanitarias son particularmente sensibles a los ciberataques, debido a la naturaleza de la información que contienen, y la industria sanitaria ha tardado en adaptarse a la rápida evolución de las tecnologías digitales, en campos como el de los dispositivos portátiles. Sin embargo, con la reciente implementación masiva de nuevas tecnologías, los proveedores de atención médica están comenzando a dar prioridad a la protección de datos y la ciberseguridad”.

Por ello, los expertos prevén que “la industria de la seguridad global tendrá un valor de casi 238.000 millones de dólares para 2030, habiendo crecido a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 6,4% entre 2019 y 2030”. Mientras tanto, los proveedores de seguridad para la salud están utilizando métodos de vanguardia basados en aprendizaje automático e inteligencia artificial para mejorar de forma proactiva la seguridad, siguiendo la estela del trabajo que se está realizando en otras industrias más maduras digitalmente.